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Ante un juez con control de garantías fueron presentados tres ciudadanos ecuatorianos que realizaban pesca ilegal a 180 millas náuticas del municipio de Buenaventura en el Valle del Cauca, específicamente en el Santuario de Fauna y Flora Malpelo.
En la embarcación que fue detectada por el radar del buque ARC “7 de Agosto” registraron a Yoffre Iván Zúñiga Garcés, alias “Tache”; Ricardo Manuel Preciado Sánchez, alias “Señor”, y Byron Geovanny Castillo Rodríguez, alias “Dorado” porque llevaban en barco, especies en vía de extinción. Todos fueron capturados por la Armada Nacional, a su vez, la la Fiscalía General de la Nación les imputó los delitos de daño a los recursos naturales, ecocidio y pesca ilegal.
Los peces que fueron extraídos de Malpelo, su habitad natural, se encontraban en vía de extinción. La lancha fue conducida hacia la superficie donde el personal militar pudo establecer que: “cinco tiburones de las especies martillo, silky y aleta negra, cuya pesca está prohibida; así como 13 peces velas y cuatro marlin, que se encuentran en vía de extinción; 11 atunes y seis dorados”.
Según expertos en el tema y lo que informaron los especialistas de Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNN) es que los 40 peces incautados no estaban en etapa de reproducción, lo que significa “un daño al ecosistema del santuario natural, y afecta el equilibrio ecológico, el ciclo de vida y el flujo de energía para la sostenibilidad ambiental de la región”.
Las especies extraídas de las aguas del Pacífico están clasificadas en la categoría de amenazadas, según la ‘Lista Roja’ de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), en el entendido de que no tenían la madurez sexual para reproducirse.
Armada Nacional
Lo que se conoce, es que los ecuatorianos habría llegado desde Puerto Esmeraldas, Ecuador el pasado 6 de septiembre a las Isla de Malpelo donde fueron capturados y ahora investigados por realizar una “faena de pesca” en lugar no permitido. En el buque ARC “7 de Agosto” de la Armada les leyeron los derechos del capturado y recibieron atención médica, donde ninguno tuvo reportes negativos en su estado de salud.
Fueron trasportados hasta el puerto de Buenaventura, donde fueron puestos a disposición de las autoridades competentes junto a la pesca, para dar inicio a los proceso judiciales.
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