“Carpetas Secretas”: Carlos H. Trujillo contesta al procurador sobre medida cautelar
Carlos Holmes Trujillo envió una comunicación al procurador Fernando Carrillo, en la cual explica en detalle cómo funcionan las unidades militares de inteligencia de todo el país.
Desde el pasado 20 de mayo, día en que el procurador general, Fernando Carrillo, tomó la decisión de llamar a juicio disciplinario a 13 miembros del Ejército por el escándalo que pasó a conocerse como “Carpetas Secretas”, este alto funcionario del Estado hizo una petición adicional. Se trataba de una medida cautelar que comenzaba por una petición básica: que el Ministerio de Defensa informara al organismo de control de las medidas ya en curso o por tomarse de inmediato para “actualizar los protocolos de inteligencia”. (Los “trabajos especiales” de inteligencia por los que irán a juicio disciplinario 13 militares
Igualmente, el Ministerio de Defensa recibió la solicitud de la Procuraduría de “precisar los mecanismos de control interno o implementar esquemas de verificación en cuanto a impedir de manera definitiva cualquier procedimiento o actuación que, al amparo de las normas de inteligencia y contrainteligencia, puedan de alguna manera dirigirse al perfilamiento de personas que no correspondan a objetivos legítimos de su accionar y que no estén identificados según procedimientos reglamentarios”.
Pero, si esas determinaciones no fueran suficientes, la medida cautelar apuntaba a algo más: “Ordenar suspender todo procedimiento que tenga por objeto tales perfilamientos (y otras acciones si fuere el caso), impartiendo las instrucciones necesarias al respecto e informando a este Despacho lo pertinente”. Y esa respuesta empezó a andar. “Me permito informar que se ha procedido a remitir los requerimientos de la medida cautelar”, le contestó a Carrillo el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo.
En una comunicación enviada el pasado 28 de mayo, el ministro Trujillo dejó saber al procurador que sus requerimientos ya están en manos de “los Comandos de Fuerza y a los Directores de Inteligencia por intermedio del Comandante General de las Fuerzas Militares, así como al Director General de la Policía Nacional, para su respectivo cumplimiento”. Trujillo, además, reiteró su “total disposición de colaboración con el ente de control a su digno cargo para el esclarecimiento de los hechos materia de investigación”. (General Gonzalo García Luna: ¿uno de los hombres “bomba” del espionaje en Colombia?)
Con el escándalo “Carpetas Secretas” se ha tildado al Ejército de haber utilizado recursos de inteligencia militar para perfilar a civiles que no representan una amenaza a la seguridad nacional en modo alguno. Entre ellos, varios periodistas y corresponsales extranjeros, pero también sindicalistas y hasta políticos cercanos al gobierno Duque, como Jorge Mario Eastman, quien fue secretario privado de Presidencia y ahora ejerce como embajador ante el Vaticano. O incluso militares, como el general (r) Juan Pablo Amaya.
El gobierno Duque, por su parte, ha negado cualquier relación con esos perfilamientos y seguimientos electrónicos. “No permitiremos que se deshonre el uniforme”, señaló el presidente Iván Duque apenas el escándalo estallo tras una publicación de la revista Semana. Por cuenta de este tema, más de 20 militares han sido llamados a calificar servicios. “estas denuncias son de extrema gravedad y esperamos que pronto se conozcan los resultados de las investigaciones y se determinen los responsables”, le dijo Trujillo a este diario.
Esta es la respuesta completa que el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, envió a la Procuraduría.
Desde el pasado 20 de mayo, día en que el procurador general, Fernando Carrillo, tomó la decisión de llamar a juicio disciplinario a 13 miembros del Ejército por el escándalo que pasó a conocerse como “Carpetas Secretas”, este alto funcionario del Estado hizo una petición adicional. Se trataba de una medida cautelar que comenzaba por una petición básica: que el Ministerio de Defensa informara al organismo de control de las medidas ya en curso o por tomarse de inmediato para “actualizar los protocolos de inteligencia”. (Los “trabajos especiales” de inteligencia por los que irán a juicio disciplinario 13 militares
Igualmente, el Ministerio de Defensa recibió la solicitud de la Procuraduría de “precisar los mecanismos de control interno o implementar esquemas de verificación en cuanto a impedir de manera definitiva cualquier procedimiento o actuación que, al amparo de las normas de inteligencia y contrainteligencia, puedan de alguna manera dirigirse al perfilamiento de personas que no correspondan a objetivos legítimos de su accionar y que no estén identificados según procedimientos reglamentarios”.
Pero, si esas determinaciones no fueran suficientes, la medida cautelar apuntaba a algo más: “Ordenar suspender todo procedimiento que tenga por objeto tales perfilamientos (y otras acciones si fuere el caso), impartiendo las instrucciones necesarias al respecto e informando a este Despacho lo pertinente”. Y esa respuesta empezó a andar. “Me permito informar que se ha procedido a remitir los requerimientos de la medida cautelar”, le contestó a Carrillo el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo.
En una comunicación enviada el pasado 28 de mayo, el ministro Trujillo dejó saber al procurador que sus requerimientos ya están en manos de “los Comandos de Fuerza y a los Directores de Inteligencia por intermedio del Comandante General de las Fuerzas Militares, así como al Director General de la Policía Nacional, para su respectivo cumplimiento”. Trujillo, además, reiteró su “total disposición de colaboración con el ente de control a su digno cargo para el esclarecimiento de los hechos materia de investigación”. (General Gonzalo García Luna: ¿uno de los hombres “bomba” del espionaje en Colombia?)
Con el escándalo “Carpetas Secretas” se ha tildado al Ejército de haber utilizado recursos de inteligencia militar para perfilar a civiles que no representan una amenaza a la seguridad nacional en modo alguno. Entre ellos, varios periodistas y corresponsales extranjeros, pero también sindicalistas y hasta políticos cercanos al gobierno Duque, como Jorge Mario Eastman, quien fue secretario privado de Presidencia y ahora ejerce como embajador ante el Vaticano. O incluso militares, como el general (r) Juan Pablo Amaya.
El gobierno Duque, por su parte, ha negado cualquier relación con esos perfilamientos y seguimientos electrónicos. “No permitiremos que se deshonre el uniforme”, señaló el presidente Iván Duque apenas el escándalo estallo tras una publicación de la revista Semana. Por cuenta de este tema, más de 20 militares han sido llamados a calificar servicios. “estas denuncias son de extrema gravedad y esperamos que pronto se conozcan los resultados de las investigaciones y se determinen los responsables”, le dijo Trujillo a este diario.
Esta es la respuesta completa que el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, envió a la Procuraduría.