Como un revés judicial han calificado fuentes cercanas al proceso de Diego Marín, alias Papá Pitufo, la decisión de la justicia de Portugal que este 9 de junio dejó en libertad a quien es considerado en el mundo criminal como el zar de una extensa red de contrabando que ha reinado durante años, al parecer, bajo la mirada cómplice de las autoridades.
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La determinación judicial la tomó el Tribunal Supremo del país europeo, que determinó que Marín había superado el tiempo legal de detención, 180 días, sin que un juez definiera su extradición a Colombia, solicitada desde finales de 2024. La decisión cayó como balde de agua fría para los investigadores en el país, tanto, que la Fiscalía pidió medidas para evitar su fuga.
El ente investigador emitió un comunicado en el que solicitó la imposición urgente de órdenes coercitivas que impidan su salida del país y aseguren su extradición. El búnker le pidió a su homólogo en Portugal que, por ejemplo, retenga el pasaporte de Marín; le prohíba salir del territorio; que utilice dispositivos electrónicos de monitoreo o de vigilancia a su lugar de residencia; o le obligue a presentarse periódicamente ante las autoridades.
La Fiscalía sabe la importancia que representa tener bajo su custodia al conocido zar del contrabando: con él esperaba profundizar en las investigaciones que adelanta sobre esa red criminal que habría sobornado a altos funcionarios de la fuerza pública e, incluso, a políticos.
Su libertad, en cambio, podría significar que Marín seguirá evadiendo a la justicia que esperaba tenerlo en Colombia para avanzar en las investigaciones. Tras conocer la noticia de la justicia de Portugal, el presidente Gustavo Petro reaccionó en redes sociales.
“Hasta este punto llegó toda mi acción por capturar al mayor contrabandista de Colombia y quizás su principal lavador de activos. Hablé con el presidente de España y con miembros portugueses de la Comisión Europea para que el contrabandista nos fuese entregado (...) Rechazo esta conducta de los magistrados del tribunal de Portugal. No sé si no se le entregaron todas las pruebas que muestran las actividades ilícitas del contrabandista.”, expresó el jefe de Estado.
Diego Marín está pedido en extradición para que cumpla con el llamado que le ha hecho la justicia en un proceso en el que es investigado por los delitos de concierto para delinquir agravado y cohecho. Además, es el protagonista de un escándalo político y judicial que tocó a la Casa de Nariño en febrero pasado, luego de que se supiera que entregó $500 millones al español Xavier Vendrell, con destino a la campaña presidencial de Gustavo Petro de 2022.
Además, testigos y procesos judiciales lo ubican como la cabeza de una red de contrabando que habría tenido como cómplices a altos mandos de la Policía que se habrían prestado para permitir que, durante décadas, cargamentos de contrabando de Marín entraran sin control a Colombia.
Aunque hay pistas de que la mano negra de “Papá Pitufo” habría tocado a altas esferas del poder para “blindar” sus negocios ilegales, el único proceso en firme que hay en Colombia en su contra es adelantada por un equipo de fiscales de la Dirección Especializada contra la Corrupción. Según sus pesquisas, Marín Buitrago habría liderado una red que facilitaba el ingreso ilegal de mercancía al país, mediante el pago de sobornos a oficiales de la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa).
Entre los productos ingresados de forma irregular estarían cigarrillos, licores, textiles, calzado y artículos de cacharrería, a través de los puertos de Buenaventura (Valle del Cauca) y Cartagena (Bolívar).
Marín Buitrago también “estaría involucrado en la entrega de $13 millones en efectivo y un celular de alta gama a tres oficiales de Policía, y sería el responsable de auspiciar encuentros en los que terceras personas ofrecieron a distintos funcionarios dádivas representadas en el pago de arriendo de un apartamento en Cartagena, la entrega de una camioneta, dos celulares de última generación y $902 millones”, declaró el ente investigador durante las audiencias en contra de Marín que se han llevado a cabo desde enero de este año.
Ante la decisión en Portugal y al riesgo de fuga que evidenció la Fiscalía, la defensa de Diego Marín aseguró que su cliente va a defenderse en libertad. “Estando en libertad vamos a seguir acudiendo a las autoridades. Va a acudir a la justicia a través de sus apoderados”, explicó su abogado, Camilo Rojas, en entrevista con Noticias Caracol.
El defensor agregó que será decisión de Diego Marín si acude a este llamado de la justicia, desde el lugar donde se encuentre. En todo caso, el abogado recordó que a su cliente todavía no le han resuelto la solicitud de asilo que elevó ante las autoridades de Portugal, por lo que su extradición también está embolatada por ese asunto pendiente. “En este momento, por parte de Diego Marín no se tiene pensado llegar a ninguna figura de la terminación anticipada del proceso”, agregó el abogado.
En otras palabras, que “Papá Pitufo” no tiene intención de negociar con la Fiscalía. Al meno no por ahora. Mientras las autoridades de Portugal vuelven a pronunciarse sobre el caso de Marín y si darán respuestas a algunas de las peticiones de la Fiscalía para evitar una posible fuga, por ahora la decisión del Tribunal Supremo de Portugal deja de brazos cruzados a la justicia colombiana que esperaba tenerlo bajo su custodia para investigar los alcances de su grupo criminal en altos círculos del poder.
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