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Una hora y media antes de que dos sicarios a bordo de un jet ski asesinaran al fiscal antimafia paraguayo Marcelo Pecci, su esposa anunciaba a través de su cuenta de Instagram que estaba embarazada, mientras posaba junto a él en una playa de la isla de Barú. Esta y otras fotos que se tomó la pareja en Cartagena habrían sido claves en los seguimientos que sus asesinos desplegaron para dar con su ubicación exacta el pasado martes 10 de mayo. Ese día se reportó su asesinato en la playa privada del hotel Decameron de la isla de Barú. Las fotografías de su proyecto de vida, además de haber llevado al sicario a su objetivo, son hoy usadas por las autoridades colombianas, el FBI y la DEA, para dar con los responsables del crimen que es noticia en todo el continente.