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Continúa la escalada violenta y la crisis humanitaria en la región del Catatumbo (Norte de Santander), tras el estallido de violencia que empezó el pasado 16 de enero por enfrentamientos entre el frente 33 de las disidencias de las Farc y el Frente de Guerra Oriental del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Las cifras de personas desplazadas y asesinadas son alarmantes y cada reporte deja abierta la posibilidad de que sigan creciendo. El mayor general Erik Rodríguez, jefe de Estado Mayor de Operaciones del Ejército Nacional, aseguró que al menos 19.800 personas desplazadas han llegado hasta los albergues dispuestos por las alcaldías y la Gobernación de Norte de Santander.
Cúcuta, Ocaña y Tibú siguen siendo los sitios a los que llega la mayor cantidad de desplazados, producto de la ola de violencia. La cifra de personas muertas en medio del fuego cruzado, según la Defensoría del Pueblo, está entre las 80 y 90 personas. Muchos de los cuerpos no han podido ser recuperados por encontrarse en zonas de difícil acceso y de enfrentamientos armados permanentes.
Otras 320 personas, entre civiles y firmantes del acuerdo de paz amenazados por el ELN, han sido evacuados en helicópteros del Ejército Nacional y llevados a ciudades como Cúcuta para resguardar sus vidas. Otros 14 combatientes de las disidencias de las Farc se sometieron a la justicia y abandonaron los enfrentamientos para entregarse a las autoridades y buscar protección.
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Ante ese panorama cada vez más crítico, el Gobierno Nacional decidió declarar la emergencia económica y el estado de conmoción. Sin embargo, la medida no se ha ratificado por de manera formal, solo fue un anuncio del presidente Gustavo Petro por medio de su cuenta de X. Con esta medida, el presidente podrá publicar decretos con fuerza de ley, cuya parte motiva esté dirigida a contener la crisis en la región.
Por su parte, la Gobernación de Norte de Santander declaró la urgencia manifiesta y la emergencia humanitaria, con el objetivo de priorizar los recursos necesarios para atender a los cerca de 20.000 desplazados que ha generado la escalada violenta.
“Hemos decretado la emergencia social y económica para poder, a través de acciones urgentes, continuar la atención de las víctimas y desplazados que se encuentran en Tibú, Ocaña y también en Cúcuta. Son acciones que permiten mover el presupuesto para poder adquirir alimentos, medicinas, colchonetas, ventiladores, ropa y todo lo que necesita la comunidad”, señaló el gobernador de Norte de Santander, William Villamizar.
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La violencia continúa
Mientras que los gobiernos nacional y regional buscan fórmulas para detener la confrontación armada, proteger y atender a la población civil que está en medio del fuego cruzado, los combates continúan. Desde la noche del 15 de enero, cuando fueron masacrados tres integrantes de la familia López Durán en la vía que comunica a Tibú con Cúcuta, las acciones violentas no se detienen.
Ese crimen, como lo señaló un informe de inteligencia militar revelado por El Espectador, fue el detonante de los enfrentamientos entre las disidencias que azotan a los seis municipios del Catatumbo desde hace ya más de cinco días.
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El ministro de Defensa, Iván Velásquez, aseguró que las investigaciones de las Fuerzas Militares confirman que sí hubo traslado de hombres armados del ELN desde el departamento de Arauca hasta el Catatumbo, para agudizar la ofensiva a las disidencias de las Farc.
“Se ha confirmado el traslado de integrantes del ELN de Arauca al Catatumbo, que han participado en esa expedición sanguinaria que ha desatado el ELN”, señaló el funcionario.
A renglón seguido explicó que el fortalecimiento de la presencia del ELN en Norte de Santander por la movilización de sus tropas, significa un debilitamiento de su presencia en el departamento de Arauca, de donde salieron. Por eso, las Fuerzas Militares adelantarán un plan de ataque en todo el país, que permita aprovechar ese debilitamiento para doblegar su acción criminal.
Está confirmado que integrantes del ELN fueron llevados de Arauca al Catatumbo y participaron en una expedición sanguinaria. Esto genera un fortalecimiento en esta zona que, por la acción de las @FuerzasMilCol, será transitorio. En la segunda fase, cuando despleguemos la… pic.twitter.com/R96iKhkuHz
— Mindefensa (@mindefensa) January 20, 2025
Por el momento, a la región sigue llegando ayuda humanitaria de parte del Ejército y gestionada por autoridades regionales y nacionales. Entre 300 y 400 soldados, equipados con artillería pesada, despliegan su accionar en el Catatumbo para contener el avance de los enfrentamientos entre los grupos armado.
Pero, al tiempo, en departamentos como Chocó y Guaviare, la crisis de orden público y seguridad también empieza a alertar a las autoridades locales, quienes temen una posible escalada de violencia como la registrada en el Catatumbo.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
