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El Gobierno sigue probando fórmulas y buscando alternativas para desescalar la crisis violenta que desde hace más de una semana se vive en la región del Catatumbo. En la noche del 24 de enero, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, confirmó en una rueda de prensa desde la ciudad de Cúcuta que sostuvo una reunión con el general Vladimir Padrino López, su homólogo venezolano.
El encuentro se dio en la ciudad de San Cristóbal, estado Táchira (Venezuela). El objetivo fue hablar sobre la crisis humanitaria, de seguridad y orden público que vive el Catatumbo desde el pasado 16 de enero. Una escalada violenta que ya ha causado el desplazamiento de más de 42.000 personas y la muerte de otras 41, según cifras oficiales.
El primer punto de la agenda fue la presencia de integrantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Venezuela, un tema que no es nuevo, pero que ahora vuelve a estar a la orden del día por la solicitud de cooperación hecha por Colombia para que el país vecino apoye las labores de rastreo y captura de los líderes de ese grupo armado.
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Información entregada por inteligencia militar daría cuenta de la movilización de al menos 80 guerrilleros del ELN desde Arauca, por orden de alias Socito o Dumar, líder del Frente Domingo Laín de esa guerrilla. Según se conoce, los hombres habrían hecho la ruta por territorio venezolano hasta llegar al Catatumbo para iniciar las confrontaciones que no cesan.
El ministro Velásquez, en nombre del Gobierno colombiano, le pidió al general Padrino que la fuerza pública venezolana replique del otro lado de la frontera el esfuerzo que hacen las autoridades colombianas para evitar el ingreso de los guerrilleros al país y su acción criminal.
En la reunión también hablaron sobre el problema del narcotráfico en la región. El Catatumbo es un corredor estratégico para la producción de hoja de coca y su transporte por parte de redes de crimen transfronterizo. Según el último reporte del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos, Norte de Santander es el mayor productor de hoja de coca del país, con 43.178 hectáreas de cultivos. Venezuela, La Guajira y el Caribe son sus principales destinos.
“Entonces la necesidad de que podamos trabajar de manera coordinada autoridades colombianas y venezolanas en la represión del narcotráfico. Le planteé de las posibilidades de desarrollar algunas operaciones especiales y el ministro padrino estuvo de acuerdo”, señaló el ministro Velásquez.
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Pese al optimismo del funcionario sobre la cooperación de Venezuela para la captura de líderes del ELN que podrían estar en su territorio y en el control de la oleada de violencia en el Catatumbo, aún está por verse la acción real del gobierno de ese país.
Expertos consultados por El Espectador aseguraron que Colombia no pasa por su mejor momento en materia de diplomacia. A eso se sumaría el provecho que el presidente Nicolás Maduro estaría tomando de la situación en el Catatumbo para desviar la mirada puesta sobre los cuestionamientos electorales y políticos a su país.
Muestra de ello fue la visita de Diosdado Cabello, ministro de Interiores, Justicia y Paz de Venezuela, a territorio fronterizo entre los dos países. Un acto que desde el Gobierno venezolano ratificaron como una muestra de apoyo al país y que durante su visita a Cúcuta el ministro Velásquez desmintió.
“Negamos la presencia de Diosdado Cabello en territorio colombiano. Es probablemente la confusión, para no hablar de mala fe, cuando se afirmó de parte de autoridades venezolanas que llegaba al Catatumbo, desconociendo que hay una región del Catatumbo venezolano, que fue precisamente donde estuvo el señor Cabello”, señaló Velásquez.
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Finalmente, el ministro habló sobre la declaratoria del estado de conmoción interior por parte de la Presidencia de la República. Un anuncio hecho por el presidente Gustavo Petro desde inicio de esta semana, pero que se oficializó en la mañana del 24 de enero con la publicación del decreto.
Aseguró que con esta medida se podrán obtener los recursos necesarios para fortalecer las capacidades y acción de la Fuerza Pública, así como la intervención social y humanitaria del Catatumbo.
“Con la participación de diversos ministerios, se busca que esos recursos puedan igualmente ser destinados para la transformación del territorio. Entendí que esa transformación es indispensable para la efectiva estabilización”, concluyó el ministro.
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