El Ejército Nacional radicó formalmente una denuncia ante la Fiscalía General de la Nación por la retención de 29 uniformados de la Policía y el Ejército Nacional la semana pasada, en hechos ocurridos en el corregimiento de El Plateado (Argelia, Cauca).
El coronel Carlos Andrés Díaz, comandante del Comando Fuerza de Despliegue Rápido No. 4 del Ejército, fue el encargado de firmar el documento de 24 páginas en el que la institución reseña los hechos en los que se dio la retención de los uniformados.
La institución señaló al Frente Carlos Patiño de las disidencias de las Farc, al mando de alias Iván Mordisco, como responsable de “tres conductas constitutivas de graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario y ocho delitos constitutivos de violaciones a los derechos humanos”. Entre ellos, utilización de medios y métodos, actos terroristas, asonada, constreñimiento y apoyo bélico.
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El secuestro de los 28 policías y un mayor del Ejército sucedió el jueves seis de marzo, en la vereda La Hacienda, zona rural del corregimiento de El Plateado. Los uniformados adelantaban labores de seguridad ante la escalada violenta de los últimos días y como parte de la Operación Perseo de las Fuerzas Militares, que inició el 12 de octubre de 2024 para retomar el control de esa región.
Los voceros de las comunidades del cañón del Micay expresaron el pasado viernes por medio de un comunicado que habitantes de la región decidieron hacer una movilización desde La Hacienda hacia el casco urbano de El Plateado, para pedirle a las autoridades abrir caminos de diálogo para la sustitución de cultivos de uso ilícito y aumentar la presencia real del Estado allí.
Durante la movilización se habría presentado un altercado entre fuerza pública y comunidad que, según se lee en el comunicado, hizo que los uniformados accionaran sus armas en contra de la población civil. Sin embargo, en los videos que circularon de los hechos se ve a civiles atacando a las tropas y lanzando explosivos en contra de vehículos militares.
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Tras el enfrentamiento, según la comunidad, los 29 uniformados habrían quedado “expuestos y aislados”, razón por la cual adelantaron “un ejercicio de acompañamiento y protección” que se extendió hasta la tarde del sábado 8 de marzo y que fue calificado por el presidente, Gustavo Petro, y el ministro de Defensa, brigadier general (r) Pedro Sánchez Suárez, como un “secuestro”.
En contraposición, la denuncia radicada por el Ejército indica que sobre las 3:46 de ese jueves, más de 1.100 personas se reunieron en la vereda La Hacienda, “expulsaron a las unidades con vías de hecho y exigieron el abandono del área”.
Luego, según la versión del Ejército, se habrían presentado enfrentamientos y ataques por parte de la población civil que terminaron en la quema de un vehículo Titán de las Fuerzas Militares. Fue cuando el mayor Nilson William Bedoya Díaz, del Ejército, “procedió a tratar de dialogar”, pero fue “secuestrado junto con 28 unidades de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (Undemo) de la Policía Nacional”.
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Las versiones encontradas entre ambos relatos, el de los voceros de los habitantes del Cañón del Micay y el del Ejército, ahora serán objeto de investigación de las autoridades. Las Fuerzas Militares le pidieron explícitamente a la Seccional Cauca de la Fiscalía que vincule esta denuncia a los demás procesos que adelanta relacionados con el Frente Carlos Patiño de las disidencias de las Farc, a quien señalaron como responsable.
De igual forma, el Ejército rechazó en su denuncia la actitud de las comunidades que, según el ministro de Defensa, estarían instrumentalizadas por los grupos armados que delinquen en la región.
“Las comunidades del municipio de Argelia, corregimiento de El Plateado, piden seguridad y progreso al Estado colombiano, pero cuando este llega a través de la Fuerza Pública - Ejército Nacional, la comunidad se encarga de sacarlo, de impedir el cumplimiento de la misión constitucional y salvaguardar la vida, honra, bienes y libertades de los habitantes de ese sector”, se expresa en el documento.
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