Cien muertos en un islote

En una declaración inédita rendida el pasado 3 de septiembre ante fiscales de la Unidad de Justicia y Paz, que revela los horrores de la guerra paramilitar en el puerto de Buenaventura,  el ex jefe de las autodefensas Hébert Veloza, alias H.H., relató que por lo menos 100 personas fueron asesinadas en un islote, localizado a menos de media hora en lancha del puerto sobre el Pacífico, donde eran amarradas y dejadas a la vera del mar. Las víctimas eran llevadas a un lugar conocido como Piedras Cantas, donde eran asesinadas con  tiro de gracia y luego atadas a los árboles que crecen en el lugar.

“A las personas las amarraban a las raíces para que el mar no se las llevara y aparecieran en otro sitio. (...) Nunca se han sacado esos cuerpos de allá. Eso (fue) en los años 2001 hasta la desmovilización. Todas las personas (eran) de Buenaventura”, aseguró en su versión Hébert Veloza. Agregó que el sitio fue bautizado por sus subalternos como “El cementerio”, dado el alto número de víctimas que terminaron  allí. Aunque H.H. confesó los asesinatos, el CTI de la Fiscalía está esperando a que un desmovilizado que conoce la ubicación del islote indique las coordenadas exactas del lugar. “Sabemos que está libre y está dispuesto a colaborar, pero hay que brindarle todas las medidas de seguridad para que nos pueda llevar al sitio”, manifestó una fuente de la Fiscalía. Veloza aseguró que las víctimas fueron asesinadas por su presunta colaboración con la guerrilla de las Farc y que un gran número de éstas era de raza negra. “En la guerra era blanco, amarillo o quien fuera. La gran mayoría era afrodescendiente, porque allí hay una problemática social muy alta”, afirmó H.H.

Aunque Veloza, quien fue el jefe del Bloque Calima de las autodefensas, que actuaba en el Valle del Cauca, aseguró que de ese lugar no se han sacado cuerpos, sostuvo que una vez uno de los cadáveres se soltó del sitio donde había sido amarrado y las autoridades rescataron el cuerpo en alta mar. Paradójicamente esa víctima había sido un integrante de las propias autodefensas, que hizo caso omiso a una advertencia que le hizo el propio H.H. “Le decíamos El Político. Se le dio muerte por violar los estatutos de la organización y fue rescatado por la Armada”, afirmó Veloza, quien dijo que el asesinato fue ordenado por él y fue perpetrado por alias Félix. H.H. dijo que alias El Político fue muerto porque cobraba ‘vacunas’ en el sector del Bajo Calima sin autorización.

Estaba “extorsionando a la población a beneficio propio. Se le llamó la atención varias veces y siguió haciéndolo. Por eso se le dio muerte”, aseguro el ex paramilitar. Aunque el CTI no ha hecho una exploración inicial de la zona, se sabe, por informaciones de otros organismos del Estado, que el lugar donde estarían los restos de los fallecidos es un área cenagosa, que incluso se pierde en el océano cuando hay marea alta. La confesión de los asesinatos en el islote se convierte en una de

El representante del ente acusador anunció que en las próximas semanas se efectuará una jornada de víctimas en la ciudad de Buenaventura para determinar si gran parte de los desaparecidos entre los años 2001 y 2006 terminaron en el islote. “Sería muy importante para poder recuperar los restos, practicar las pruebas de ADN y entregárselos a sus familias en el menor tiempo posible”, agregó la fuente. Aunque Veloza reveló que la cifra de muertos es de 100, la Fiscalía no descarta que el número pueda ser mucho mayor.

 Sin embargo los investigadores del CTI son conscientes de que, debido a las condiciones de la zona, es probable que muchos de los restos hayan sido arrastrados hacia mar abierto, donde podrían haberse perdido para siempre. Pero son optimistas en que parte de los hechos relatados por H.H. se puedan esclarecer con el rescate de los despojos que aún podrían estar en el islote. El testimonio del desmovilizado que conoce la ubicación exacta del islote también será fundamental para evitar que se desperdicien recursos y tiempo y que haya efectividad a la hora de garantizar la debida reparación a las víctimas.

El camino de ‘H.H.’

Hébert Veloza, alias ‘H.H.’, fue comandante del Bloque Bananero de las Autodefensas, en Antioquia, pero después, por disposición de Vicente Castaño, fue enviado al Valle del Cauca para estar al frente del Bloque Calima. Veloza admitió en entrevista con El Espectador que los hombres bajo su mando cometieron más de 3.000 asesinatos entre los años 1994 y 2003. Aseguró que probablemente fueron más los inocentes que los culpables que murieron, pero dijo que así era la guerra. El ex paramilitar se desmovilizó en 2004, pero se fue a la clandestinidad y fue capturado dos años después. ‘H.H.’ ha dicho que es imposible contar la verdad en un día.