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Por primera vez en 16 años, el departamento del Meta no celebrará la “semana de la Biblia”. El ciudadano Miguel Ángel Garcés Villamil, con apoyo jurídico de la Asociación de Ateos de Bogotá, logró tumbar la ordenanza departamental que, desde 2009, obligaba a las instituciones públicas de la región a celebrar una semana en específico para la Biblia, facilitando los medios para las iglesias cristianas, católicas y evangélicas.
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La autoridad judicial que dio la última palabra fue el Tribunal Administrativo del Meta, que hace unos días declaró nula la ordenanza número 710 del 30 de noviembre de 2009, “por medio de la cual se adopta la semana de la Biblia en el departamento del Meta”. Según la medida, que ya no está más vigente, la última semana de septiembre estaba dispuesta para la celebración.
“Durante esta semana se promoverá la lectura de la Biblia, utilizando todos los medios de comunicación disponibles en todos los municipios, y se realizarán actividades públicas para su difusión”, se explica en el documento, el cual ya no tendrá efectos en este 2025.
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Según explicó el Tribunal Administrativo del Meta, el Estado colombiano es laico, lo cual significa que su postura en temas religiosos debe ser neutral. Las entidades gubernamentales, dice la sentencia conocida por El Espectador, tienen prohibido la toma de decisiones o la adopción de medidas que tengan una finalidad religiosa, mucho menos si ella constituye una preferencia exclusiva a una iglesia.
“La ordenanza privilegia a algunas religiones sobre otras, cuando dispone que la Secretaría Social y de Participación o quien haga sus veces, facilite los medios ‘a todas las Iglesias Cristianas, Católica y Evangélicas y demás personas que deseen participar en este evento’. No se observa que en el acto administrativo demandado se promocione otros textos literarios, menos aún se disponga del apoyo para promocionar estos”, se lee en la decisión.
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Y concluyó: “La ordenanza, de forma indirecta, transmite un mensaje a la ciudadanía de que el cuerpo administrativo se identifica con unas religiones por encima de otras, o que le da un mayor valor al contenido de un texto literario particular (biblia) y a los dogmas allí establecidos. Situación que, como ha quedado claro, es prohibida para el Estado, pues nunca puede perder la posición neutral que caracteriza un Estado laico, adoptando medidas que, lejos de garantizar el principio de pluralismo y el derecho fundamental de la libertad de cultos, vulnera los mismos”.
Durante el proceso, el departamento del Meta contestó la demanda oponiéndose a las pretensiones, explicando que la ordenanza no implicaba, de por sí, que la entidad entregara recursos públicos para la actividad de la semana de la Biblia. Asimismo, el departamento explicó que la ordenanza no viola ningún derecho fundamental, dado que no obliga a ningún grupo religioso a participar de las actividades, ni la celebración es de obligatorio cumplimiento.
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Además, el proceso contó con la participación de la Asociación de Ateos de Bogotá, la cual explicó que la Biblia no es el único libro sagrado en Colombia y que, de hecho, las comunidades de judíos, musulmanes o mormones veneran libros diferentes. Además, que existen ciudadanos no creyentes en un dios, como los agnósticos o los ateos, cuyos derechos a la libertad de culto, de conciencia y libre desarrollo de la personalidad son vulnerados ante la imposición de celebraciones explícitamente religiosas y de carácter público.
“Las comunidades religiosas de cualquier tipo tienen derecho a celebrar sus festividades en cualquier momento y lugar, pero dichas celebraciones no se pueden imponer mediante acuerdos de los concejos municipales u ordenanzas departamentales debido a que se está usando un mecanismo de coacción del Estado, de tal manera que se obliga a las instituciones y entidades públicas a celebrar una festividad de carácter explícitamente religioso y se abre la puerta para que se destinen recursos del erario para garantizar el fomento de un culto religioso particular”, concluyó la Asociación en un escrito enviado al tribunal.
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