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Las autoridades están en máxima alerta luego de que se conociera que Héctor Guerrero, conocido como Niño Guerrero, capo del Tren de Aragua, estaría libre. Este lunes Interpol activó nueve circulares azules para lograr su captura y la de otros miembros de esa organización criminal.
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La noticia de que Niño Guerrero está libre se dio a conocer días después de que las autoridades de ese país adelantaran una operación en el Centro Penitenciario Tocorón. En ella, más de 11.000 agentes de las fuerzas de seguridad de Venezuela fueron desplegados con el objetivo de “desarticular” bandas de “delincuencia organizada” que operan desde uno de los penales más violentos del país, informó el gobierno en un comunicado.
Niño Guerrero, según registros de las autoridades, nació en Maracay, capital de Aragua y comenzó a delinquir cerca del año 2000. Su primera acusación llegó en 2005, cuando le disparó a un policía hiriéndolo mortalmente.
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Su primer ingreso a la cárcel, curiosamente a la de Tocorón, fue en 2010, acusado por cargos de asesinato, tráfico de estupefacientes y robo. No obstante escapó del penal, volviéndose uno de los más peligrosos criminales de Venezuela y siendo recapturado en 2013. En ese tiempo las autoridades reportan que llevaba meses cometiendo hurtos a residencias, y ya se había convertido en uno de los criminales más buscado de Venezuela.
En 2018 fue condenado a 17 años de cárcel por los mismos delitos y unos cuantos más, como porte ilegal de armas y suplantación de identidad. Desde entonces se había dedicado a dirigir las operaciones del Tren de Aragua desde este penal, logrando que el cartel llegara a tener influencia en Colombia, Chile, Ecuador, Brasil y Perú.
Su poder en la cárcel era tal, según las autoridades, que al interior de ese centro penitenciario tenía su propia propia vivienda de dos pisos, contaba con piscina, campo de béisbol, área de conciertos y hasta un zoológico.
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Hoy el paradero de “Niño Guerrero” es todo un misterio. Con la falta de confirmación de las autoridades venezolanas de que sigue bajo su control, podría desplazarse a cualquier país de la región donde opera la organización criminal.
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