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Condenado a 13 años de prisión por carro bomba desactivado en 2012 en Bogotá

El desmovilizado de las Farc fue hallado responsable de los delitos de rebelión, terrorismo en calidad de tentativa y concierto para delinquir agravado.

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El Espectador
13 de mayo de 2014 - 06:40 p. m.
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El juez séptimo especializado de Bogotá, condenó a 159 meses de prisión (13 años) a William Cruz, en el marco del proceso que se le adelanta por su participación en la instalación de explosivos en un vehículo que iba a ser utilizado un atentado terrorista en contra de la sede de la Policía Metropolitana ubicada en el barrio Eduardo Santos en el sur de la capital de la República.

En la decisión, el funcionario judicial consideró que existen pruebas suficientes para inferir que el desmovilizado del frente “Héroes de Marquetalia” del Bloque Oriental de las Farc participó en los hechos que fueron materia de investigación debido a su experiencia en el uso de explosivos y elementos detonantes. El vehículo fue desactivado por las autoridades en la madrugada del 15 de mayo de 2012.

Según las pruebas recolectadas a lo largo del juicio, el procesado tuvo vínculos con la red que planeó e iba a ejecutar el atentado. El vehículo cargado tenía una capacidad para destruir tres cuadras a la redonda, produciendo así no solamente un daño contra la sede de la Policía sino las manzanas residenciales contiguas.

“Se desconocieron por complejo los derechos de las otras personas (…) El hecho de armar y ubicar carros bomba con una suficiente carga explosiva no solamente a su ‘enemigo’ sino a los transeúntes que caminar por ahí es de por si algo desproporcionado”, precisó el juez en la lectura del fallo en el cual se absolvió a Cruz del delito de de fabricación y porte de armas y explosivos.

El juez rechazó además los argumentos esgrimidos por la defensa del procesado que indicaba que era analfabeta y por eso no tenía un conocimiento para seguir las instrucciones referentes a la manipulación de elementos explosivos y su instalación en un vehículo. En este sentido se consideró que no se presentaron argumentos que permitieran sustentar este dicho y por el contrario si se esgrimieron argumentos que permiten inferir su conocimiento en el uso de los elementos que conformaban el carro bomba.

Igualmente se consideró que tenía experiencia en el arreglo de teléfonos celulares, para lo cual requiere saber leer al menos lo básico. Ante esto se resaltó que el vehículo iba a ser accionado a larga distancia con teléfonos celulares. La defensa del procesado presentó recurso de apelación el cual tendrá que ser resuelto por el Tribunal Superior de Bogotá.

Por El Espectador

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