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De acuerdo con Noticias Uno, la decisión judicial fue tomada por un juez en los últimos días y explicó que los insurgentes, previo a su asesinato, habían sido sometidos a un juicio por Cano.
Las víctimas fueron halladas en fosas comunes en el municipio de Uribe, en el departamento del Meta, en 1991. La condena, según noticiero, la dictó un juez de Villavicencio.
La condena contra cano se dio con base en la información entregada por un guerrillero de las Farc, que sirvió de escolta en uno de los anillos de seguridad de Manuel Marulanda Vélez, máximo jefe de esa guerrilla, y que le reveló a la Fiscalía las razones de las ejecuciones.
El testigo explicó que los guerrilleros fueron condenados a muerte, entre otras cosas, porque comían más de la cuenta, robaban alimentos o no obedecían las órdenes de sus superiores.
Agregó que después de los juicios de guerra a que eran sometidos los inculpados, los obligaban a tenderse en el suelo y les disparaban en la cabeza.
Asimismo, el testigo afirmó que cuando los condenados no obedecían, sencillamente les disparaban pero "de todos modos los mataban. Para cumplir con las ejecuciones, se utilizaban pistolas, revólveres, carabinas, y fusiles".
El guerrillero también sostuvo que otros insurgentes en armas eran obligados a subir a las montañas en donde eran castigados a estar de pie en los barrancos, por lo que cuando el cansancio los vencía, caían y morían.
Por El Espectador
