Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El Tribunal Administrativo de Cundinamarca condenó a la Nación, representada en el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) por los operativos de inteligencia que se adelantaron en contra del exmagistrado Yesid Ramírez Bastidas cuando fungía como presidente de la Corte Suprema de Justicia.
En la decisión se consideró que el organismo de seguridad adelantó una serie de seguimientos e interceptaciones ilegales en contra del magistrado y su núcleo familiar, así como actividades dirigidas a difamar su reputación y los fallos que emitió en la Sala Penal del alto tribunal.
En el extenso fallo se demostró la participación de un grupo de agentes del DAS en estos operativos, que afectaron considerablemente la moral del magistrado, quien se presentó como víctima en el proceso penal que se adelanta en la Corte Suprema de Justicia contra la exdirectora de dicho organismo, María del Pilar Hurtado y el exsecretario de presidencial, Bernardo Moreno Villegas.
Igualmente se le ordenó al exsubdirector de inteligencia, capitán (r) Alfonso Lagos y el exsubdirector de contrainteligencia, capitán (r) Alberto Tabares –ya condenados por las denominadas ‘chuzadas’- al pago de una indemnización al exmagistrado.
En este punto se estableció que los agentes le filtraron información reservada a los medios de comunicación sobre el entonces magistrado. Los hechos tienen referencia a un viaje al que habría asistido, en compañía de otros togados, a Neiva por invitación del polémico empresario Ascencio Reyes quien en repetidas oportunidades ha sido señalado de tener nexos con el narcotráfico.
Estos seguimientos se adelantaron dentro de la denominada “Operación Paseo”, la cual según los testigos, habría sido adelantada por ordenes de la Presidencia de la República que buscaba establecer los nexos entre narcotraficantes y los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, principalmente la Sala Penal, que en esos momentos adelantaba una investigación contra el senador Mario Uribe Escobar, primo del entonces presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez.
Por El Espectador
