
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La reforma laboral que buscaba sacar adelante el gobierno del presidente Gustavo Petro en el Congreso está virtualmente hundida. Sin embargo, para el jefe de Estado y su ala política, es una iniciativa que sí o sí tiene que materializarte, según ellos, por el bien de los trabajadores del país. Por eso, en la alocución presidencial del pasado 11 de marzo, en la que estuvo acompañado por congresistas del Pacto Histórico y representantes de la Guardia Indígena, el primer mandatario dijo que llamará a una consulta popular para buscar que por esa vía su proyecto vea la luz. Aun así, más allá de la intención, tiene que pasar una serie de requisitos para que esa consulta se materialice.
En contexto: Petro denuncia “bloqueo institucional” al Gobierno y convoca a consulta popular
¿Qué es una consulta popular?
Lo primero que hay que tener claro es que la consulta popular que propone el presidente Petro es un mecanismo con el que la ciudadanía, a través de votos, puede tomar decisiones sobre algún tema de interés general. En este caso: la reforma laboral. Aunque recientemente la convocó el jefe de Estado, también lo pueden hacer gobernadores, alcaldes o un grupo de ciudadanos.
¿Qué se necesita para hacer una consulta popular?
La consulta popular, tal como la planteó el presidente Gustavo Petro, requiere, por lo menos, cinco pasos. Lo primero es que el jefe de Estado, que en este caso es quien la busca, debe formular una pregunta concreta sobre el tema (reforma laboral), presentarla y sustentarla ante el Congreso, para que allá sea estudiada y le den luz verde o la nieguen en un plazo de entre 20 y 30 días, según la Ley 134 de 1994.
Podría interesarle: Estos son los tres ejes del llamado de Petro a las calles y a las urnas por las reformas
El rol de la Corte Constitucional
Si pasa ese primer filtro, es decir, si el Senado (en dónde se hundió la laboral) aprueba la pregunta, podrá pasar a la siguiente revisión que es la más importante: la de la Corte Constitucional. La consulta popular, en caso de que sea a nivel nacional, obligatoriamente debe ser revisada por el alto tribunal, según señala la ley, debido a que es donde se verificará que el mecanismo vaya de acuerdo con la Constitución y no esté pasando por encima de algunos derechos. En la Corte actualmente se debaten entre la vida y la muerte otras iniciativas del gobierno de Gustavo Petro, como la reforma pensional, la declaración de Estado de conmoción interior en el Catatumbo y algunos puntos del Plan Nacional de Desarrollo (PND), entre otras.
Lea también: La cadena de errores que llevó a ponerle freno a debate sobre la reforma pensional
En el alto tribunal, el Ejecutivo ha acumulado varias derrotas, como la caída del paquete de decretos de Estado de emergencia para La Guajira, el Ministerio de la Igualdad y puntos importantes de su reforma tributaria, por mencionar algunos casos. Por esa montaña de derrotas, el presidente Petro ha dicho públicamente en más de una ocasión que el alto tribunal está politizad y ha señalado a las altas cortes de darle “golpes blandos” a su plan de gobierno. Si la propuesta de consulta popular llegase a pasar en la Corte, tendría luz verde para poner en marcha las votaciones, pero aun estaría lejos de que a través de ese mecanismo logre su cometido: que se apruebe la reforma laboral.
La organización de las votaciones con la Registraduría
Una vez que la Corte Constitucional revise y le dé el visto bueno a la pregunta del presidente de la República, es el órgano electoral quien entra a hacer que la votación se pueda levar a cabo. Esto implica los tarjetones en donde estarán las opciones “Sí” y “No”, la distribución de las mesas de votación en todo el país y la selección y capacitación de jurados de votación.
Con todo este proceso, faltaría solo un paso para que sea válido: que participe 1/3 del censo electoral que, según la Registraduría, está en 40′963,370 de ciudadanos. Es decir, que para que la votación de la consulta popular sea válida deben participar al menos 13′650,456 de colombianos habilitados para votar. Así las cosas, en el caso de que la consulta popular se materialice, para que el presiente Petro logre sacar adelante la reforma laboral a través de este mecanismo, como lo propone, tendría que obtener la mitad más uno de votos que le den el “Sí”.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.