Cientos de familias se vieron obligadas a desplazarse desde Tibú (Norte de Santander) hasta Cúcuta y Ocaña, desde la mañana del pasado 25 de diciembre, por los enfrentamientos entre el Eln y el frente 33 de la disidencia Estado Mayor de los Bloques y Frente (EMBF) de las Farc, al mando de alias “Calarcá”.
Aunque el Consejo Noruego para Refugiados (NRC) reportó en Cúcuta la llegada de 54 núcleos familiares, cerca de 200 personas desplazadas, mientras que en Ocaña ingresaron 11 núcleos familiares, alrededor de unas 50 personas, en las últimas horas la cifra sigue aumentando.
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Los enfrentamientos entre estos grupos armados se intensificaron desde las 3 de la mañana del día de Navidad, obligando a la comunidad a refugiarse en la escuela de la zona con banderas blancas. “Pedimos al Eln y al frente 33 cesar de inmediato los combates en La Gabarra (Tibú) y permitir el ingreso del personal médico para evacuar a las personas heridas y para poder llevar atención humanitaria a la zona”, publicó en su cuenta de X la defensora del Pueblo, Iris Marín.
De acuerdo con el NRC, la situación humanitaria podría agravarse en los próximos días, pues alrededor de 6.000 personas están en riesgo de confinamiento y desplazamiento como consecuencia de las acciones armadas que se registran principalmente en el municipio de Tibú.
Tanto esta oenegé como el alcalde de Tibú, Richar Claro, lanzaron un llamado urgente al Estado para que garantice la asistencia humanitaria inmediata. El alcalde Claro señaló en La FM que, por la condición del clima, el día de ayer el Ejército no pudo hacer “sobrevuelos aéreos para el posicionamiento de las tropas. Sugerimos que en el día de hoy se restablezca la movilidad sobre ese sector” del corregimiento de La Gabarra.
Familias siguen confinadas en Tibú
El alcalde explicó que esta presencia de la Fuerza Pública es fundamental “para poder iniciar las acciones pertinentes de las entregas de ayudas a las familias que siguen allá asentadas en la escuela y otras que se están dirigiendo hacia otro sector conocido como el kilómetro 25 de la misma vía, que se están refugiando en salones comunales para poder proteger su vida”.
Claro, quien anunció que este 26 de diciembre se realizó un consejo de seguridad con el comandante de la Fuerza de Tarea Vulcano del Ejército para atender la situación, declaró que esas “acciones son las que hoy le exigimos al Gobierno nacional para poder garantizar la administración de justicia hacia los habitantes de nuestro municipio de Tibú y, sobre todo, para poder acceder a ellos”.
Mientras tanto, en los refugios de Cúcuta y Ocaña, el alcalde señaló que “hasta el momento nos hemos contactado con la Unidad para la Atención y Reparación a las Víctimas y con la Gobernación del departamento para brindar la atención de emergencia a estas personas”. De acuerdo con las cifras de Claro, hasta el momento se han caracterizado 64 núcleos familiares, que son alrededor de 187 personas.
¿Qué pasó en el Catatumbo durante la Navidad de 2025 por los combates armados?
La emergencia humanitaria registrada el pasado 25 de diciembre se enmarca en una escalada de violencia que comenzó en enero y se mantuvo durante todo 2025 en el Catatumbo. Se trata de una de las crisis humanitarias y de orden público más graves del país en los últimos años, tras el recrudecimiento de los enfrentamientos entre el Eln y las disidencias de las Farc, al mando de alias “Calarcá”.
“El día de ayer se presentó un enfrentamiento sobre el sector Palmeras, kilómetro 16; esto es sobre la vía que conduce de Tibú al corregimiento de La Gabarra. Alrededor de las 3 a. m. inician unos combates en la mañana del 25 de diciembre, ocasionando a la población mucho temor y les tocó refugiarse en la escuela del sector para poder proteger su vida; allí sacaron banderas blancas para que los drones no los fueran a afectar”, detalló el alcalde Richar Claro.
El mandatario de Tibú explicó que, durante la noche, las personas que lograron salir de sus viviendas llegaron al casco urbano del municipio en busca de protección. “Los recibimos en la alcaldía municipal, hicimos una caracterización de emergencia inmediata para poder brindarles atención a estas familias que quedaron en medio del fuego cruzado entre estas organizaciones”, señaló.
También denunció una vulneración a la misión médica en la zona. “Una ambulancia que venía del corregimiento de La Gabarra hacia el hospital San José de Tibú fue devuelta; no se le permitió el paso, lo cual coloca en riesgo aún más a la población”.
A once meses del inicio de la crisis humanitaria en el Catatumbo, el alcalde recordó que, tras el comienzo de la confrontación, el Gobierno nacional expidió decretos de conmoción interior para habilitar recursos extraordinarios. Indicó que el municipio fue incluido en el Pacto Social por el Catatumbo, con inversiones que llegarían a largo plazo, según los compromisos y la disponibilidad presupuestal.
“Pero, a su vez, la situación de seguridad es la que aún no mejora. Esa percepción de que todos los días sucede algo nuevo en el Catatumbo y, sobre todo, en nuestro municipio de Tibú, donde es el epicentro hoy de estos enfrentamientos”, dijo Claro.
Agregó que esta situación no es solo en el corregimiento de La Gabarra, sino también en el corregimiento de Pachelly, donde hace semanas se registró un confinamiento y “la situación es igual o peor aún”. Según el mandatario, la comunidad reclama garantías de seguridad para “no quedar en medio de estas confrontaciones y de que realmente la presencia de la Fuerza Pública garantice una estabilidad de nuestro municipio”.
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