Contrabando estaría detrás de la masacre en frontera con Venezuela

Luis Eladio Pérez embajador en Venezuela. / Archivo

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La noticia de la muerte de 14 personas en la frontera entre Colombia y Venezuela generó conmoción por la guerra que se libra entre las bandas criminales por el control de las rutas de contrabando y de narcotráfico en la región. Sin embargo, la información que han entregado las autoridades venezolanas no ha sido precisa y el embajador colombiano, Luis Eladio Pérez, aseguró que tan sólo recibió un reporte en el que se indicaba que ocho personas habían sido masacradas y cinco de ellas estaban plenamente identificadas como colombianas. Asimismo, agregó que está a la espera de conocer si las otras tres víctimas mortales son nacionales.

Fuentes de la Fiscalía le contaron a El Espectador que están a la espera de recibir los datos que identifiquen plenamente a los hombres que murieron en el sector de Boca de Grita, en el estado Táchira (Venezuela), que limita con el municipio de Puerto Santander (Norte de Santander), para así establecer si en su contra pesaba alguna orden de captura o condena. Asimismo, el embajador Pérez precisó que se enviaron a Colombia las huellas dactilares de los otros tres hombres, de quienes no se establecido la nacionalidad, con el fin de realizar los análisis respectivos.

La información que han recibido las autoridades colombianas ha sido poca, ya que los venezolanos solo han verificado las identidades de los cinco colombianos. Hasta el momento se ha conocido que los nombres de las víctimas son: Guillermo León Troche Valencia, de 45 años de edad y natural del departamento del Cauca; Carlos Abril, de 33 años, nacido en San Martín (Meta); Jesús Manuel Cuadrado, de 27, oriundo de Bolívar; José Francisco Calderón Durán, y Óscar Enrique Oliveros Vargas.

Los cuerpos de estos hombres aparecieron con impactos de bala y algunos con heridas de arma blanca. Las primeras hipótesis apuntan a que el enfrentamiento entre miembros del Clan Úsuga y los Rastrojos se dio en el marco de una reunión que pactaron ambos grupos para solucionar las tensiones que se vivían en la región. Sin embargo, todo se complicó y fue cuando ocurrió la confrontación, en la que murió alias ‘San Juan’, uno de los jefes de la zona. Los familiares de las víctimas se desplazaron hasta Venezuela para reclamar los cuerpos, pero las autoridades del vecino país se negaron a entregarlos.

Cabe recordar que un episodio similar sucedió en la frontera el pasado 7 de marzo, cuando cinco jóvenes colombianos aparecieron asesinados con tiros de gracia y enterrados en una fosa común en inmediaciones del río Táchira. El testimonio del único sobreviviente de la masacre, conocido como el ‘Tío’, ayudó a las autoridades a desenmascarar el escabroso hecho. El crimen ocurrió por cuenta de un reconocido ‘pimpinero’ de la región, que se vengó de los jóvenes porque eran señalados de haber robado un cargamento de gasolina de contrabando.

Con estos homicidios queda demostrado que en la frontera aún se libra una guerra a sangre y fuego por el control de las rutas no sólo del narcotráfico, sino del contrabando de gasolina. Asimismo, el rentable negocio de la extorsiones a comerciantes es apetecido por todas las bandas criminales. Aún falta que la investigación determine si en realidad las víctimas eran miembros de una organización criminal y, además, establezca qué desencadenó el fatídico final.