La Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia revivió un proceso contra 33 policías investigados por presuntamente ejecutar de mañerea extrajudicial a 11 milicianos de la guerrilla del M-19 señalados de robarse un carro que transportaba botellas de leche en el barrio Diana Turbay, en el sur de Bogotá, el 30 de septiembre de 1985.
El alto tribunal dejó sin efectos los fallos de primera y segunda instancia emitidos por el Comandante del Departamento de Policía Metropolitana de Bogotá (11 de marzo de 1988) y el Tribunal Superior Militar (7 de febrero de 1989) en las cuales se decretó la cesación de procedimiento a favor de los miembros de la Policía Nacional investigados por el delito de homicidio.
“No hay posibilidad de actuación de la justicia castrense cuando lo ejecutado comporta un delito de lesa humanidad”, precisa uno de los apartes del fallo que ordena remitir el proceso a la Fiscalía General para que se tomen las acciones pertinentes sobre este caso.
En el fallo se resalta que la conducta que habrían ejecutado los uniformados “se concretó en dar muerte a los insurgentes cuando éstos se habían rendido o sometido”, advirtiendo la violación de los protocolos internacionales sobre el tratamiento de rehenes.
En los hechos materia de investigación se determinó que los milicianos fueron perseguidos por varias cuadras del citado barrio por los agentes de la Policía. En un punto fueron hallados por los uniformados que los ejecutaron.
El fallo además se basa en las conclusiones de un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que estableció que se presentó una falla en la investigación castrense sobre esta ejecución extrajudicial.
Por Redacción Judicial
