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Este miércoles, la Corte Suprema de Justicia cerró la etapa de investigación contra la electa congresista, Aída Merlano, investigada por delitos electorales, en este caso, la compra de votos para su candidatura. Así las cosas, en los próximos días el alto tribunal tendrá que decidir si llama a juicio o no a la congresista, quien se encuentra detenida en la cárcel El Buen Pastor, en Bogotá, mientras avanzan las investigaciones. (Le podría interesar: El testimonio que hundió a Aída Merlano en la Corte Suprema)
La representante a la Cámara es investigada por los delitos de corrupción al sufragante; fabricación, tráfico y porte de armas y ocultamiento, retención y posesión ilícita de cédulas. En los pasados comicios electorales, agentes de la Sijín y el CTI de la Fiscalía encontraron en su sede de campaña $261 millones en efectivo, una bolsa con certificados electorales y armas de fuego. Luego de esos hallazgos, en marzo de este año la Fiscalía le pidió a la Corte Suprema que investigara las conductas de Merlano.
El alto tribunal lo hizo y después emitió una orden de captura, pero Merlano se entregó a las autoridades en abril de este año. Desde entonces, permanece detenida a la espera de que le resuelvan su situación jurídica. El pasado 11 de abril la congresista asistió a la audiencia de indagatoria, pero, aunque fue vinculada formalmente a la investigación, la audiencia se tuvo que suspender porque dijo que sufría un cuadro de depresión. (Lea también: Corte Suprema envía a la cárcel a Aída Merlano por supuesta compra de votos)
La congresista, no obstante, ha manifestado que es inocente y que el dinero encontrado en su sede política, en Barranquilla, no tuvo como destinado para compra de votos. Sobre las armas que fueron encontradas, la política manifestó que están debidamente certificadas. Aída Merlano empezó su carrera política a los 15 años, siendo líder juvenil, y estudió Derecho en la Universidad Libre de Barranquilla. En 2011 fue la diputada con más votos.
Este año se presentó al Senado para ocupar el lugar de Roberto Gerlein, su padrino político, quien anunció en enero pasado que se retiraba del Congreso tras una carrera de 49 años. La relación de Aída Merlano con la casa Gerlein inició desde que su padre, Domingo Merlano, trabajó con Julio Gerlein, hermano del exsenador. En octubre de 2017, Julio Gerlein anunció que apoyaría a Merlano para el senado. Ahora, desde las rejas del centro penitenciario, aguarda una decisión de la Corte Suprema. (Le sugerimos: Aída Merlano, primera senadora electa investigada por presunta compra de votos)