La guerra en el Catatumbo continúa. La cifra de desplazados ya supera las ocho mil personas, tras los enfrentamientos entre las disidencias del Frente 33 de las Farc y el Bloque de Guerra Oriental del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que iniciaron en la mañana del pasado 16 de enero.
Así lo confirmó el Ministerio de Defensa tras finalizar un Puesto de Mando Unificado (PMU) al que asistió en la tarde del pasado domingo en la ciudad de Cúcuta. El jefe de esa cartera, Iván Velásquez, aseguró que a la fecha se han presentado 30 eventos de desplazamiento masivo.
El ministro Velásquez explicó que 2.700 personas se desplazaron a Cúcuta, 2.600 a Ocaña, otras 2.500 a Tibú y 229 más hacia Hacarí. El registro total de desplazados es de 8.029 personas, aunque la Gobernación de Norte de Santander indicó en la tarde de ayer que la cifra era de 5.000.
El ministro Velásquez agregó que al menos 60 personas han sido asesinadas en medio del fuego cruzado en la región. Sin embargo, los registros de la Gobernación de Norte de Santander señalan que a la fecha han muerto 80 personas y otras 20 están heridas.
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Civiles heridos y 14 firmantes del acuerdo de paz amenazados por los grupos armados en la región han sido evacuados por parte del Ejército Nacional hacia zonas seguras. También combatientes que en medio del fuego cruzado decidieron entregarse a las autoridades.
“Con el concurso de la Fuerza Pública se han podido realizar extracciones para poner a salvo a estas personas de la región del Catatumbo perseguidas por la criminalidad”, señaló el ministro Velásquez.
En la noche del 19 de enero también se confirmó la llegada de ayudas humanitarias a Ocaña, uno de los sitios de mayor recepción de desplazados. “Está por llegar a Cúcuta, en los próximos minutos, otro avión con más de 13 o 14 toneladas de ayuda humanitarias”, agregó el ministro.
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Escalada de violencia
Desde la noche del 15 de enero iniciaron los hechos violentos en la región del Catatumbo. La masacre de la familia López Durán en la que murieron Miguel Ángel López, Zulay Durán Pacheco y Miguel Herney López Durán, hijo de la pareja, de apenas nueve meses de nacido, fue el detonante de los hechos posteriores.
Así lo reveló El Espectador, tras conocer un informe confidencial de inteligencia militar en el que se detalla cómo el ELN habría amenazado a Miguel Ángel López, quien era dueño de una funeraria y habría hecho el levantamiento de los cuerpos de disidentes de las Farc asesinados por ese grupo armado.
La familia fue atacada a tiros cuando se movilizaban sobre la vía que comunica a Tibú con Cúcuta. De los cuatro ocupantes del vehículo solo salió ileso un menor de diez años, hijo de la pareja asesinada. El hecho marcó el inicio de las confrontaciones entre disidencias de las Farc y el ELN.
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Durante la mañana del 16 de enero iniciaron los enfrentamientos armados en zonas rurales de los municipios de Teorama, Convención, Tibú y La Gabarra. Los combates se han prolongado durante varios días y obligaron a la acción urgente de las autoridades.
En la tarde del 17 de enero, el presidente Gustavo Petro viajó hasta el Catatumbo, donde sostuvo un consejo de seguridad con la cúpula militar, funcionarios del alto gobierno y mandatarios regionales. Más de 300 militares ya están desplegados en la región para intervenir en la acción de los grupos armados.
“La dedicación de la Fuerza Pública está dirigida a garantizar la vida, a preservar vidas que están en grave riesgo por esta acción del Ejército de Liberación Nacional, teniéndolos como objetivos concretos directos y a quienes, inclusive ha desarrollado acciones prácticamente ‘de cacería’, lo que resulta inconcebible en una organización que se dice guerrillera”, concluyó el ministro Velásquez.
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