
Habitantes de Pueblorrico, luego de la masacre en la que murieron seis niños el 14 de agosto de 2000. / Archivo El Espectador
¡Disparos, disparos, solo disparos y gritos de horror!, es lo primero que se viene a la memoria de Cristian Isaza Carmona al recordar la mañana del 15 de agosto de 2000, cuando la muerte llegó vestida de camuflados hasta la vereda La Pica, de su natal Pueblorrico (Antioquia), y se llevó con ella a seis de sus compañeros de escuela, entre estos a su hermano de nueve años, Gustavo Adolfo Isaza Carmona, a quien vio agonizar con su cuerpo bañado en sangre y corriendo por las montañas intentando salvarse de morir víctima de las balas inclementes y...
Por Gustavo Castaño y "El Chiqui" Ospina
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