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Cuestión de lingüística

En un curioso fallo emitido por la sección primera del Consejo de Estado, el 24 de julio pasado, esa célula resolvió que no existe riesgo de confusión directa para los consumidores a la hora de adquirir en el mercado los productos Vigradina, Vigrafil y Viagra.

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El Espectador
17 de agosto de 2008 - 06:29 p. m.
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Este fue el análisis efectuado:

“Entre las marcas Vigradina –Vigrafil– Viagra, se observa: Vigradina: está conformada por cuatro vocales, cinco consonantes, ocho letras y cuatro sílabas. Vigrafil: por tres vocales, cinco consonantes, ocho letras y tres sílabas. Viagra: por tres vocales, tres consonantes, seis letras y dos sílabas.  Se observa que entre las marcas Vigradina y Vigrafil, hay una mayor similitud que entre Vigradina y Viagra, pues a pesar de que el número de vocales difiere entre las dos primeras, coinciden en el orden sus tres primeras I – A – I, mientras que frente a Viagra, sólo coinciden las dos primeras.

Las terminaciones de las palabras marcan una gran diferencia, que hacen que sus similitudes sean irrelevantes frente al riesgo de confusión directa, pues el consumidor no tendría por qué tomar un producto con la marca Vigradina cuando lo que requiere es Vigrafil o Viagra”.

Por El Espectador

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