Declaran de lesa humanidad atentado de Pablo Escobar al exministro Enrique Parejo

Hace 32 años, el 13 de enero de 1987, Enrique Parejo González recibió seis impactos de bala en Budapest, Hungría, en donde era embajador de Colombia y sobrevivió. Fue ministro de Justicia entre 1984 y 1986, tras el homicidio de Rodrigo Lara Bonilla a manos del cartel de Medellín.

Redacción Judicial
04 de abril de 2019 - 07:28 p. m.
El 13 de enero de 1987, Enrique Parejo González recibió de un sicario seis impactos de bala en Budapest, donde ejercía como embajador de Colombia.  / David Campuzano - El Espectador
El 13 de enero de 1987, Enrique Parejo González recibió de un sicario seis impactos de bala en Budapest, donde ejercía como embajador de Colombia. / David Campuzano - El Espectador

Era una mañana invernal en Budapest, Hungría. El 13 de enero de 1987 el exministro de Justicia y entonces embajador en ese país recibió seis impactos de bala que le propinó un sicario enviado por el jefe del cartel de Medellín Pablo Escobar, en su andanda contra el Estado Colombiano y las personalidades que apoyaban la extradición de narcotraficantes a los Estados Unidos. Sobrevivió. 32 años después, la Fiscalía General de la Nación declaró el crimen como de lesa humanidad.

La decisión la tomó la Dirección de Fiscalía Especializada de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario. "Reconocer que se encuentran reunidos los elementos escenciales para considerar que la conducta penal de tenativa de homicidio que se ejecutó en contra de la humanidad del doctor Enrique Parejo González tiene la categoría de crimen de lesa humanidad, de acuerdo con los estándares internacionales y el ordenamiento jurídico nacional", dice la decisión revelada por Blu Radio.

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La declaratoria de lesa humanidad implica que el crimen no prescribe y la Fiscalía podrá continuar con las investigaciones. La decisión igualmente ordenó la conexidad procesal entre este caso y el homicidio de Diana Patricia Turbay de Uribe y Germán Eduardo Giraldo Agudelo. Nacido en Ciénaga (Magdalena), abogado de la Universidad Nacional de Bogotá, Parejo asumió el ministerio de Justicia luego que Escobar asesinara a Rodrigo Lara Bonilla en abril de 1984.

De inmediato, el nuevo ministro de Justicia demostró que iba a mantener la línea de su antecesor, y la evidencia es que después de la orden presidencial de activar el mecanismo de la extradición a Estados Unidos para enfrentar a los capos de la droga, personalmente Parejo se puso al frente de esta tarea. Hasta el final del gobierno Betancur, sin ceder a las amenazas que arreciaron en su contra, 13 colombianos acusados de narcotráfico o lavado de activos fueron enviados a cárceles de los Estados Unidos.

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Hasta el final del gobierno Betancur, la posición de Enrique Parejo fue indeclinable en la lucha contra el narcotráfico, por eso, apenas 48 horas después del relevo en la Casa de Nariño y en medio de las más extremas medidas de seguridad, viajó a Europa, donde se posesionó como nuevo embajador de Colombia en Hungría. Pero apenas llevaba pocos días en su misión diplomática, cuando a su residencia en Budapest empezaron a llegar mensajes amenazantes y anónimos intimidatorios.

Hasta que llegó la mañana del 13 de enero. Apenas llevaba cinco meses en el cargo. Hacia las 11:25 de la mañana, a pesar de que le habían advertido desde la embajada que permaneciera en su casa porque la nevada había sido muy fuerte y el tránsito automotor estaba muy limitado, salió de su casa situada en el sector de Rozsadomb para cumplir con sus labores cotidianas. En la puerta de la residencia lo esperaba un individuo vestido con traje de esquiador que le disparó después de preguntarle si era el embajador de Colombia.

Auxiliado por su hija, el embajador de Colombia esperó consciente la llegada de una ambulancia, pero ante las dificultades de la ola invernal, el vehículo no pudo llegar hasta la casa y quedó atascado en la nieve. Fue necesario que hiciera presencia un camión militar para rescatarlo. Aun así, durante un buen trecho, dos enfermeros tuvieron que abrirse paso entre la nieve para llevarlo hasta un camión, en cuyo platón de cargo fue acomodado con dificultades. Dos horas después ingresaba al hospital Koltoi Anna de Budapest.

Durante cuatro horas estuvo en el quirófano y los médicos, después de extraerle los proyectiles y reconstruirle la mandíbula, le salvaron la vida. A esa hora, ya en Colombia la noticia había causado revuelo. El presidente Virgilio Barco se declaró indignado por la acción, pero al mismo tiempo el Gobierno quedó advertido de que el narcotráfico no iba a respetar límites geográficos para persistir en su guerra. Fue un difícil momento, pues no había pasado un mes del asesinato del periodista Guillermo Cano Isaza, director de El Espectador.

En un artículo escrito para este diario en el 2013, Parejo señaló que para ese entonces, "ninguna autoridad judicial colombiana, que yo sepa, ha realizado investigación alguna por el atentado, ni en la época de su ocurrencia, ni ahora, que un confeso narcotraficante ha señalado al autor material del hecho, a pesar de que mi familia ha solicitado se investigue ese insuceso".  Igualmente, señaló que "los asesinatos de Luis Carlos Galán y de Rodrigo Lara Bonilla que ordenó cometer Pablo Escobar constituyeron una pérdida irreparable para Colombia. En días pasados, Parejo concedió una entrevista al programa Los Informantes de Caracol Televisión, reviviendo el atentado.

Por Redacción Judicial

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