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En Norte de Santander la ola de violencia no da tregua. En la noche de ayer se presentaron al menos cinco atentados con explosivos en la ciudad de Cúcuta y su área metropolitana, que obligaron a las autoridades a tomar la decisión de declarar el toque de queda y la ley seca para proteger la seguridad de la población.
La medida se dio a conocer por medio de un decreto firmado por Rafael Sanín, quien ejerce como gobernador encargado de Norte de Santander mientras que el gobernador William Villamizar expone la grave situación de orden público de su departamento en la cumbre de gobernadores que se desarrolla por estos días en Villa de Leyva.
La medida de toque de queda y ley seca aplicará para la ciudad de Cúcuta y los municipios de Villa del Rosario, Los Patios, El Zulia, San Cayetano y Puerto Santander, que conforman su área metropolitana. Prohíbe la circulación de personas y vehículos en estos sitios entre las 7 de la noche del jueves 20 de febrero y las 6 de la mañana del viernes 21.
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También se prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas durante la vigencia del decreto y este 21 de febrero no habrá clases en ninguna institución educativa de Cúcuta, su área metropolitana y la región del Catatumbo.
La decisión fue tomada durante un consejo de seguridad extraordinario que se desarrolló en la mañana de hoy, “con el propósito de coordinar acciones frente a las afectaciones por artefactos explosivos generadas en el municipio de Villa del Rosario y Cúcuta, además de analizar la situación de seguridad y orden público en el departamento”.
Una noche de ataques
En la noche del 19 de febrero hubo al menos cinco ataques con explosivos en Cúcuta y Villa del Rosario. El más fuerte ocurrió en el peaje La Parada, ubicado en la frontera entre Colombia y Venezuela. Según informaron las autoridades, un hombre sospechoso parqueó un carro bomba que destruyó por completo la estación de servicio.
La estación de Policía de La Parada, que aún está en obras de construcción, también sufrió un ataque con explosivos. Unidades de la fuerza pública fueron desplazadas hasta el sitio para atender la situación.
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En el CAI de Villa Antigua, en el municipio de Villa del Rosario, hubo un segundo ataque con explosivos y ráfagas de fusil. Otro CAI ubicado en el barrio San Rafael, en Cúcuta, sufrió un atentado sobre las 6 de la mañana del 20 de febrero. Este causó mayor alarma entre la comunidad por su cercanía con una institución educativa.
Según la información entregada por las autoridades, en los ataques con explosivos de la última noche resultaron heridas seis personas. Todas fueron remitidas a centros asistenciales de Cúcuta, para recibir atención especializada.
Grupos armados ilegales que dicen querer caminar hacia la paz, cometen estos hechos tan lamentables y reprochables en Cúcuta y otros municipios de Norte de Santander, que ponen en riesgo a la población civil.
— Sandra Ramírez (@SandraComunes) February 20, 2025
Un llamado al diálogo, a la paz, a abandonar estas prácticas… pic.twitter.com/TfsZJPGxQh
La crisis continúa
Esta serie de ataques con explosivos fueron atribuidos inicialmente al Ejército de Liberación Nacional (ELN), guerrilla con fuerte presencia en ese departamento. Desde el pasado 16 de enero, los enfrentamientos entre ese grupo armado y el frente 33 de las disidencias de las Farc libran una escalada violenta que parece no tener fin.
Los ataques en la región del Catatumbo ya dejan una cifra de 51.738 personas desplazadas y 63 muertas, según el último reporte del Ministerio de Defensa. Otras 723 han sido evacuadas por las Fuerzas Militares y 2.301 personas permanecen en albergues de paso.
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Si bien el Gobierno Nacional ya tiene en marcha algunas de las disposiciones del decreto de conmoción interior expedido para atender esa situación, entidades como la Defensoría del Pueblo aseguran que aún falta mucho por hacer y la intervención militar podría generar nuevos picos de desplazamiento.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
