Defensa de coronel Plazas acusa a Fiscalía de sobornar testigos en caso Palacio

El abogado Pedro Capacho Pabón aportó un documento aparentemente redactado de puño y letra por el ex uniformado del Ejército Tirzo Sáenz en el que precisa que se le ofrecieron beneficios procesales, tanto como económicos, si se disponía a contar todo lo que sabía alrededor del llamado holocausto del Palacio de Justicia.

Al parecer, esas garantías también contemplaban su traslado de la Penitenciaría de Máxima Seguridad de Cómbita, en Boyacá, a La Picota, en la capital de la República, como se cumplió luego de su declaración ante el Juzgado Tercero Penal Especializado de Bogotá.

Según Capacho, el testigo hace referencia a ofrecimientos de la fiscal, Ángela María Buitrago, quien asumió la investigación, y que el jurista califica como un "falso positivo" de parte del ente acusador. Así mismo, dijo que le parece censurable el que la juez que adelanta el caso, María Stella Jara, haya dirigido el derecho de petición al Instituto Penitenciario y Carcelario, que derivó en el traslado de Sáenz, condenado a prisión por varios delitos.

En el texto, que la defensa atribuye al ex uniformado, el testigo le informa a la juez que si no le cumplen con las garantías que le habían ofrecido, se vería forzado a redactar una carta, dirigida al coronel Plazas, en la que se retractara de todo lo que había dicho en ese momento, debido al riesgo de muerte en el que se encontraba.

Sin embargo, Tirso Sáenz expuso una situación similar en la declaración que entregó ante la Fiscalía General de la Nación el 11 de septiembre de 2008, cuando aseguró que la habían hecho promesas de la misma naturaleza, con el fin de que declarara lo que estaba al alcance de su memoria, en relación con el holocausto del Palacio de Justicia.

Sáenz estuvo a punto de abstenerse de rendir su testimonio, si no existía una autoridad que le garantizara, por lo menos, condiciones mínimas de seguridad. Ante esta situación, la fiscal Buitrago se limitó a brindarle orientación al testigo, haciéndole saber cuáles eran sus derechos, que incluían el no auto incriminarse.

Lo señalado en el documento expuesto por la defensa, coincide con los señalamientos del testigo ante la fiscal, que lo impulsaban a mostrarse reacio a declarar ante ese organismo, no obstante que lo hizo, luego de insistir en sus objeciones.

Pese a ello, el abogado defensor del coronel Plazas, insiste en que esta carta confirma el hecho de que Sáenz recibió un soborno, a cambio de declarar en contra del acusado, al tiempo que advirtió que se encuentra estudiando esta situación, con miras a instaurar la respectiva denuncia.

"Él menciona es a la Fiscalía, que una vez rindiera su primera declaración allí lo iban a trasladar. Entonces, eso es lo que a mí me preocupa. Él menciona que fueron investigadores del DAS, de la Fiscalía, los que le hicieron la propuesta. Evidentemente, tuvo que venir de la Fiscalía la propuesta, el soborno, porque ¿Quién más le iba a ofrecer beneficios a cambio de su declaración", sostuvo Capacho.

Lo cierto es que, en este, como en otros puntos de su declaración, Tirso Sáenz no ha cambiado ningún elemento de su testimonio, pues al igual que lo hizo frente a la juez, el preguntado le informó a la fiscal que le habían enumerado una cantidad de beneficios, incluyendo una retribución económica, si se decidía a declarar.

El abogado Pedro Capacho Pabón aportó un documento aparentemente redactado de puño y letra por el ex uniformado del Ejército Tirzo Sáenz en el que precisa que se le ofrecieron beneficios procesales, tanto como económicos, si se disponía a contar todo lo que sabía alrededor del llamado holocausto del Palacio de Justicia.

Al parecer, esas garantías también contemplaban su traslado de la Penitenciaría de Máxima Seguridad de Cómbita, en Boyacá, a La Picota, en la capital de la República, como se cumplió luego de su declaración ante el Juzgado Tercero Penal Especializado de Bogotá.

Según Capacho, el testigo hace referencia a ofrecimientos de la fiscal, Ángela María Buitrago, quien asumió la investigación, y que el jurista califica como un "falso positivo" de parte del ente acusador. Así mismo, dijo que le parece censurable el que la juez que adelanta el caso, María Stella Jara, haya dirigido el derecho de petición al Instituto Penitenciario y Carcelario, que derivó en el traslado de Sáenz, condenado a prisión por varios delitos.

En el texto, que la defensa atribuye al ex uniformado, el testigo le informa a la juez que si no le cumplen con las garantías que le habían ofrecido, se vería forzado a redactar una carta, dirigida al coronel Plazas, en la que se retractara de todo lo que había dicho en ese momento, debido al riesgo de muerte en el que se encontraba.

Sin embargo, Tirso Sáenz expuso una situación similar en la declaración que entregó ante la Fiscalía General de la Nación el 11 de septiembre de 2008, cuando aseguró que la habían hecho promesas de la misma naturaleza, con el fin de que declarara lo que estaba al alcance de su memoria, en relación con el holocausto del Palacio de Justicia.

Sáenz estuvo a punto de abstenerse de rendir su testimonio, si no existía una autoridad que le garantizara, por lo menos, condiciones mínimas de seguridad. Ante esta situación, la fiscal Buitrago se limitó a brindarle orientación al testigo, haciéndole saber cuáles eran sus derechos, que incluían el no auto incriminarse.

Lo señalado en el documento expuesto por la defensa, coincide con los señalamientos del testigo ante la fiscal, que lo impulsaban a mostrarse reacio a declarar ante ese organismo, no obstante que lo hizo, luego de insistir en sus objeciones.

Pese a ello, el abogado defensor del coronel Plazas, insiste en que esta carta confirma el hecho de que Sáenz recibió un soborno, a cambio de declarar en contra del acusado, al tiempo que advirtió que se encuentra estudiando esta situación, con miras a instaurar la respectiva denuncia.

"Él menciona es a la Fiscalía, que una vez rindiera su primera declaración allí lo iban a trasladar. Entonces, eso es lo que a mí me preocupa. Él menciona que fueron investigadores del DAS, de la Fiscalía, los que le hicieron la propuesta. Evidentemente, tuvo que venir de la Fiscalía la propuesta, el soborno, porque ¿Quién más le iba a ofrecer beneficios a cambio de su declaración", sostuvo Capacho.

Lo cierto es que, en este, como en otros puntos de su declaración, Tirso Sáenz no ha cambiado ningún elemento de su testimonio, pues al igual que lo hizo frente a la juez, el preguntado le informó a la fiscal que le habían enumerado una cantidad de beneficios, incluyendo una retribución económica, si se decidía a declarar.