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La casa museo de Pablo Escobar fue desalojada este viernes por la Sociedad de Activos Especiales (SAE) por un presunto lavado de activos. El lugar era administrado por el Roberto Escobar, conocido como El Osito, hermano del exjefe del cartel de Medellín, y otros miembros de la familia Escobar, contra los cuales se iniciaron las investigaciones por los presuntos delitos.
De acuerdo con la SAE, la familia tendrá que retirar de la casa todos los objetos que no hayan sido incluidos dentro de la medida de extinción de dominio. El museo, que originalmente fue una propiedad del capo, está avaluado en $12.000 millones y era un destino turístico de la capital antioqueña.
El pasado 14 de febrero, la Sociedad de Activos Especiales (SAE) llegó al sector de El Poblado en Medellín para ejecutar una orden de desalojo del conocido Museo Pablo Escobar. Sin embargo, al arribar al inmueble se encontró con que una tutela, interpuesta por el sobrino del narcotraficante, evitaría avanzar en este proceso de extinción de dominio.
La historia viene de antes. En octubre de 2023, la Fiscalía General ocupó ese mismo inmueble con fines de extinción de dominio, sin entregar detalles de la ocupación y por qué el bien fue incautado. En ese entonces, este diario pudo constatar que el inmueble está a nombre de Gilma Aidee Urdinola Ospina, una mujer de la que no hay registros públicos sobre quién es ella. Además, ella tiene un contrato de arrendamiento contra de arrendamiento con Roberto Escobar Gaviria, uno de los hermanos de Pablo Escobar.
(En contexto: Fiscalía ocupó museo de Pablo Escobar en Medellín)
Era entonces Roberto Escobar quien administraba el museo lleno de fotografías, cuadros y objetos que pertenecían al líder criminal y el cual era visitado por turistas. Y al estar bajo su gerencia, fue que la Fiscalía lo incauto y le entregó el codiciado museo a la Sociedad de Activos Especiales (SAE), entidad encargada de administrar los bienes que fueron encontrados a la mafia en Colombia. Además, las fuentes entrevistadas por El Espectador aclararon que este museo es diferente a otro que administra Nicolás Escobar, otro sobrino del capo narcotraficante.
La sorpresa que se llevó el pasado 14 de febrero la SAE fue que Joseph Escobar Escarraga, sobrino de Pablo Escobar, interpuso una acción de tutela alegando su condición de salud, ya que se encuentra hospitalizado. De esta manera, un juzgado de la capital antioqueña, a razón de proteger la dignidad humana del accionante, ordenó que la entidad se abstenga del desalojo hasta que se emita el fallo del proceso de extinción de dominio.
Por ahora, los vehículos que también estaban en la propiedad estarán en manos de la SAE que en el lugar pretende “crear un proyecto de resignificación del espacio”.
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