Doris Valencia, una mujer trabajadora de Buenaventura (Valle del Cauca), expresó que era “un sueño hecho realidad tener mi propio emprendimiento familiar”. Valencia, quien recibió un computador, fotocopiadora, vitrina, mesa y sillas, hace parte del primer bloque de víctimas de desplazamiento forzado que recibieron un apoyo para fortalecer su autonomía económica.
En total 2.000 familias desplazadas recibirán 2.000 unidades productivas en 23 departamentos del país. Con una inversión superior a los $18.000 millones y en cooperación con la Fundación Panamericana para el Desarrollo (Fupad), la Unidad para las Víctimas busca con esta iniciativa impulsar la integración comunitaria y el arraigo territorial de las familias beneficiadas, brindándoles herramientas para la generación de ingresos sostenibles.
El programa, liderado por la Subdirección General y el Grupo de Retornos y Reubicaciones de la Unidad, está enfocado en ayudar a las víctimas de desplazamiento forzado a superar la vulnerabilidad económica a través del emprendimiento.
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Omar Fernández Obregón, subdirector general de la entidad, destacó la importancia de esta estrategia afirmando que “estas entregas dan muestras de que la reparación no está agotada solo con las indemnizaciones individuales. Las unidades productivas familiares abren el campo de la economía para la vida, que ofrece unas dinámicas mucho más sostenibles para las víctimas del conflicto armado”.
Cobertura nacional y perfil de los beneficiarios
El programa tiene presencia en 45 municipios de departamentos como Antioquia (166 beneficiarios), Chocó (230), Valle del Cauca (200), Cauca (160), Nariño (150) y Bogotá (100), entre otros. Del total de 2.000 emprendimientos apoyados, 1.535 están a cargo de mujeres cabeza de hogar.
Las familias recibirán insumos y equipos necesarios para desarrollar negocios en sectores como gastronomía como restaurantes, panaderías, cafeterías, heladerías y comida rápida; y comercio como tiendas de abarrotes y papelerías.
También en servicios personales que incluye salones de belleza y barberías; y manufactura en confecciones y artesanías. Entre los equipos entregados se incluyen congeladores, hornos, freidoras, licuadoras, estufas, mobiliario y materias primas, dependiendo del tipo de negocio.
El programa contempla dos modalidades de entrega: “Emprendimiento”, para quienes inician un negocio desde cero, y “Fortalecimiento”, destinada a familias que ya cuentan con un negocio y requieren apoyo para su crecimiento.
Para acceder a este beneficio, los postulantes fueron evaluados bajo criterios rigurosos por las 20 direcciones territoriales de la Unidad para las Víctimas. Se verificó que estuvieran incluidos en el Registro Único de Víctimas (RUV) por el hecho de desplazamiento forzado y que no hubieran recibido previamente una unidad productiva.
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Además, se implementó una Ruta de Acompañamiento Individual en la que los seleccionados recibieron formación en tres talleres diseñados para fortalecer sus habilidades productivas y financieras. La Unidad para las Víctimas continuará brindando seguimiento a los emprendimientos y facilitando su acceso a la oferta institucional de entidades como el Sena, con el objetivo de garantizar la sostenibilidad de los negocios y su impacto a largo plazo en la generación de ingresos para las familias beneficiadas.
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