Por su actuación en defensa de los Derechos Humanos —dijo el director para las Américas de la ONG Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco—, la Corte Suprema de Justicia colombiana continuará recibiendo apoyo de la comunidad internacional. Vivanco se reunió por solicitud suya con el magistrado Sigifredo Espinosa, quien representó a la Sala Penal de la Corte como su presidente encargado, y expresó que los enfrentamientos entre el alto tribunal y la Casa de Nariño, más que choques de trenes, son un “esfuerzo deliberado del Ejecutivo para dañar a la Corte”.
Según el abogado chileno, de igual manera es preocupante que funcionarios públicos hayan infiltrado la Corte Suprema. El magistrado Espinosa Pérez lo puso al tanto sobre cómo han avanzado las pesquisas judiciales por el escándalo de las interceptaciones y los seguimientos ilegales, del cual, ha afirmado la Fiscalía, los integrantes de la Corte Suprema fueron el principal blanco; así como de los ataques verbales que se han presentado contra la corporación. En particular, se trataron los temas de los magistrados Yesid Ramírez y César Julio Valencia Copete.
Por último, en el encuentro se discutieron dos particulares y polémicos casos: Tasmania y Job. De esta manera, la Corte Suprema de Justicia dejó consignadas con Vivanco sus prevenciones frente a informes o situaciones que han puesto en entredicho la independencia judicial.