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A casi un mes de la desaparición de los soldados Karen Alejandra Salazar Siza y Anderson Quintero Quintero, que prestan su servicio militar en el Batallón de Apoyo y Servicios Contra el Narcotráfico en Larandia (Caquetá), sus familias siguen buscando respuestas sobre su paradero.
Según informaron desde el Ejército Nacional, los dos uniformados solicitaron un permiso para ausentarse del batallón el pasado 20 de diciembre. Ese día salieron sobre las 10 de la mañana y hasta la fecha no han regresado ni se tienen respuestas sobre dónde están.
“Se encuentran en ausencia voluntaria posterior a un permiso solicitado por ellos y otorgado de acuerdo a los protocolos castrenses, desde el día 20 de diciembre del 2024, a las 10:00 horas, hasta el día 21 de diciembre del 2024, hasta las 14:00 horas, como consta en las boletas de salida N.° 0228 y 0229″, informaron desde el Ejército.
En el caso de Salazar Siza, el permiso se habría justificado en la asistencia de la soldado a dos citas médicas; una de control de ortodoncia en la ciudad de Florencia y otra para practicarse una ecografía pélvica en el Cantón Militar de la Brigada 12 del Ejército Nacional. Sin embargo, no se sabe si asistió a las citas programadas.
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El 21 de diciembre, tras cumplirse el horario de retorno de los militares, las autoridades activaron el protocolo y alertas de ubicación, para dar con su paradero. Un quipo especializado informó la situación a sus familias e inició una investigación en la que confirmaron que ambos habrían estado alojados en una vivienda del municipio de Cartago (Valle del Cauca).
Pese a que las labores de búsqueda por parte de las autoridades han continuado en los departamentos de Caquetá y Valle del Cauca, no se tienen pistas sobre su paradero y las familias han exigido respuestas sobre dónde están sus familiares.
El 27 de diciembre, la familia de la soldado Salazar Siza interpuso un derecho de petición pidiendo información sobre el paradero de la uniformada. El recurso fue respondido el 31 de diciembre por el Ejército, asegurando que tienen los esfuerzos puestos en dar con su paradero.
Lo anterior, “con el objetivo de encontrarlos sanos y salvos e informar a sus familiares una vez se localicen. Así mismo, se ha mantenido constante comunicación con la Policía Nacional, con base en la denuncia que interpuso la mamá de la soldado, por desaparición”, concluyó el Ejército en su más reciente comunicación sobre el caso.
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Al tiempo, uniformados del Gaula Élite de la Policía y comandos Junga especializados en antinarcóticos avanzan también en la búsqueda del intendente de la Policía Mauricio Vargas Carmona y el arquitecto Miguel Andrés González, desaparecidos el pasado 27 de diciembre en el municipio de Sipí (Chocó).
Los hombres, según se conoce hasta el momento, habrían sido secuestrados por integrantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN). El hecho causó el rechazo de la Delegación de Paz del Gobierno, que le pidió su liberación a esa guerrilla, en respeto a las negociaciones de paz que intentan destrabar con el grupo armado.
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