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En Colombia es legal que la Fiscalía use agentes encubiertos, por ejemplo, para infiltrar a una organización criminal e incluso participar en actividades ilegales con fines de investigación y captura. No obstante, no es posible usar agentes del Estado para incitar, inducir, coaccionar o lograr, de alguna otra manera, que una persona cometa un delito. Esa figura, que se conoce como el “agente provocador” y es usada por las autoridades de Estados Unidos para entrampamientos, fue objeto de debate recientemente, pues aún no es claro si se usó en los casos del exjefe guerrillero Jesús Santrich o el exfuncionario de la Unidad de Investigación de la Jurisdicción Especial para la Paz Carlos Bermeo, capturado mientras recibía dinero para supuestamente afectar una decisión judicial.
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