
Concejal Carlos Arturo Londoño, víctima de un ataque sicarial el fin de semana pasado. A la izquierda, un atentado con carro bomba de la banda La Inmaculada. Entre sus líderes, alias Nacho, capturado este mes.
Foto: Archivo Particular
El silencio en la alcaldía de Tuluá, en la mañana de este 22 de abril, era palpable, como de costumbre. Un sentimiento colectivo de inseguridad y desesperanza, que se hizo aún más notorio por cuenta del asesinato del concejal Carlos Arturo Londoño y la coordinadora de discapacidad municipal Clarivet Ocampo, el pasado fin de semana, a manos de sicarios en moto. El crimen fue minutos después de la rendición de cuentas de los primeros 100 días de la administración del alcalde Gustavo Vélez, un hombre bajo amenaza y a quien la banda criminal La...
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