El caso de corrupción que revivió el expediente de la DNE

Un capítulo inesperado se abrió en el novelón del desfalco a la extinta Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE). Camilo Bula, testigo estelar de la Fiscalía, condenado a 18 años de prisión, ahora es investigado por supuestamente extorsionar a Leo Eisenband Gottlieb, dueño de Fedco, a quien a su vez le van a imputar cargos por comprar el centro comercial Villa Country en Barranquilla a un precio irrisorio, gracias a la mano de Bula. Este nuevo lío arrancó el pasado jueves 10 de mayo, cuando fue capturado Óscar Montoya Olarte, señalado por la Fiscalía de ser emisario de Bula para cobrarle a Eisenband $1.000 millones a cambio de no declarar en su contra.

Sin embargo, la defensa de Óscar Montoya tiene otra versión. Sostiene que jamás extorsionó a Leo Eisenband y que, al contrario, es un amigo de vieja data del empresario. Aseguró que simplemente le estaba haciendo un favor para contactarse con Bula y que terminó envuelto en un lío por ser simplemente un “mensajero”. A Montoya le imputaron a puerta cerrada cargos por extorsión, luego de que fuera capturado hace tres días cuando salía de la oficina de Eisenband en el barrio La Floresta, en Bogotá, tras recibir $2.500 euros que tenían como destino las cuentas de familiares de Camilo Bula. El emisario se declaró inocente y un juez de control de garantías lo envío a la Cárcel Distrital.

(En contexto: Fiscalía imputará cargos a Leo Einsenband, dueño de Fedco)

La historia de cómo coinciden Bula, Eisenband y Montoya comenzó el 13 de junio de 2007, cuando el entonces director de la DNE, Carlos Albornoz, nombró a Bula depositario de los bienes de la familia Nasser Arana. Desde esa época, Bula, quien fue fiscal antimafia, administró una sociedad llamada Promociones y Construcciones del Caribe Ltda. (Promocon), que era dueña del centro comercial Villa Country en Barranquilla. Y fue la venta de este último bien lo que puso en el radar de las autoridades tanto a Eisenband como a Bula. Al primero le imputarán cargos el 8 de junio por peculado por apropiación y el segundo ya está tras las rejas por los hechos referidos.

Según la Fiscalía, el centro comercial Villa Country fue uno de los bienes que se feriaron a precios irrisorios durante el desfalco a la DNE en la era Albornoz. Y fue Camilo Bula quien presentó avalúos alterados para disminuir el precio comercial del inmueble y beneficiar a Inversiones Eliat Ltda., firma de la que Leo Eisenband era representante legal. La venta se hizo el 21 de septiembre de 2009 por $18.362 millones. La Fiscalía comparó esa cifra con los registros del Instituto Agustín Codazzi y determinó que Villa Country se vendió $3.643 millones más barato. Además, según peritazgos del CTI, durante su gestión Bula logró devaluar el bien en más de $22.000 millones.

En pocas palabras, el centro comercial Villa Country terminó siendo una ganga para Leo Eisenband e Inversiones Eliat, beneficiados por las movidas de Camilo Bula. Ante estas pruebas en su contra, Bula decidió colaborar con las autoridades. Incluso firmó un principio de oportunidad y dio rienda suelta a sus confesiones. Primero la emprendió contra Albornoz y luego contra todos los implicados en ventas irregulares de bienes de la mafia. En ese contexto le dijo a la Fiscalía que Eisenband y uno de sus socios, Luis Fernando Vásquez —quien estuvo en la mira de la justicia de Estados Unidos—, se habían beneficiado con la venta de los bienes de la familia Nasser Arana.

(Le podría interesar: Aumentan condena a exfiscal Camilo Bula)

Desde 2013, el dueño de Fedco y Vásquez estaban en el radar de la Fiscalía. Sin embargo, tuvieron que pasar cinco años para que el ente investigador tomara una decisión en el proceso de Leo Eisenband. En ese tiempo, a Bula le revocaron su principio de oportunidad y, el 28 de julio de 2015, el Tribunal Superior de Bogotá elevó su condena a 18 años. Parecía que el exfiscal antimafia ya no iba a colaborar más y que las investigaciones quedaban a mitad de camino, pero, al parecer, tras bambalinas, según conoció El Espectador, Bula continuaba teniendo contactos con quienes antes habían sido sus socios y ahora lo denuncian por extorsión.

La denuncia fue presentada el pasado 28 de febrero. Eisenband puso en conocimiento de la Fiscalía que fue contactado por Óscar Montoya, quien sería el emisario de Bula para cobrarle $1.000 millones a cambio de no implicarlo en las irregularidades del centro comercial Villa Country. La Fiscalía montó un operativo para hacerles seguimiento a esos encuentros y comunicaciones. Desde mensajes de Whatsapp hasta grabaciones de las reuniones entre Montoya y Eisenband en su oficina en Fedco están hoy en poder de las autoridades. En particular, el CTI les hizo seguimiento a tres entregas controladas de dinero. Las dos primeras fueron por $10 millones cada una, el 2 de febrero y el 25 de abril de este año, y la última por $2.500 euros se dio el jueves 10 de mayo.

Finalmente, hombres del CTI lograron la captura de Montoya luego de confirmar que tenía en su poder los euros que fueron marcados de forma especial. La Fiscalía sigue tras la pista para llegar a los dineros que supuestamente se consignaron en las cuentas de familiares cercanos a Camilo Bula, quien vive nuevos momentos de angustia en la cárcel La Picota tras enterarse de lo sucedido. La defensa de Montoya insistió en que, si bien él sí ejerció el rol de emisario entre Bula y el dueño de Fedco, jamás hizo exigencia alguna de dinero que pudiera entenderse como una extorsión. Y luego aseguró que fue engañado por personas que él conocía de años atrás, simplemente por ofrecerse como mensajero.

(Le sugerimos: La última carta de Camilo Bula)

Fuentes cercanas a Montoya manifestaron que fue Leo Eisenband quien primero buscó a Óscar Montoya para que le ayudara a contactar a Camilo Bula. Supuestamente, la secretaria privada de Eisenband lo llamó a principios de febrero para que se reunieran y Montoya accedió a ir a la cárcel La Picota para encontrarse con Bula. La razón: Montoya es primo de Luis Fernando Vásquez, quien también le habría pedido intermediar como un favor especial. Después de esa reunión en prisión, Montoya manifestó que Bula necesitaba dinero para mantener a su familia y que estaba dispuesto a seguir en comunicación con el empresario.

Al parecer, no sólo fueron tres veces las que se reunieron Óscar Montoya y Leo Eisenband, pues el primero era asiduo visitante de las oficinas de Fedco en La Floresta. Conocidos de Montoya explicaron que hoy se mueve en el mundo de la venta de chatarra y que tiene una oficina jurídica. Además, que su relación con Camilo Bula se debe a que él también fue depositario de la sociedad Promocon entre 2003 y 2005, y además administró el centro comercial Villa Country, por lo que también tendría conocimiento de primera mano de cómo devaluaron ese inmueble. Para ellos, era el hombre indicado para fraguar un plan que desacreditara al testigo Bula.

Fuentes que conocen a fondo el expediente relataron que Fernando Vásquez y Leo Eisenband buscaron la forma de llegar hasta Camilo Bula desde años atrás, para que él cambiara su declaración, pero nunca lo lograron porque la colaboración con la Fiscalía ya iba muy adelantada y su abogado se negó rotundamente. ¿Estaba Bula extorsionándolos o ellos orquestaron la manera de meterlo en más problemas? Lo que hoy está claro es que Óscar Montoya pasará los próximos días en la Cárcel Distrital, mientras Leo Eisenband tendrá que preparar su defensa para explicar cómo logró comprar el centro comercial Villa Country por un precio irrisorio.

Un capítulo inesperado se abrió en el novelón del desfalco a la extinta Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE). Camilo Bula, testigo estelar de la Fiscalía, condenado a 18 años de prisión, ahora es investigado por supuestamente extorsionar a Leo Eisenband Gottlieb, dueño de Fedco, a quien a su vez le van a imputar cargos por comprar el centro comercial Villa Country en Barranquilla a un precio irrisorio, gracias a la mano de Bula. Este nuevo lío arrancó el pasado jueves 10 de mayo, cuando fue capturado Óscar Montoya Olarte, señalado por la Fiscalía de ser emisario de Bula para cobrarle a Eisenband $1.000 millones a cambio de no declarar en su contra.

Sin embargo, la defensa de Óscar Montoya tiene otra versión. Sostiene que jamás extorsionó a Leo Eisenband y que, al contrario, es un amigo de vieja data del empresario. Aseguró que simplemente le estaba haciendo un favor para contactarse con Bula y que terminó envuelto en un lío por ser simplemente un “mensajero”. A Montoya le imputaron a puerta cerrada cargos por extorsión, luego de que fuera capturado hace tres días cuando salía de la oficina de Eisenband en el barrio La Floresta, en Bogotá, tras recibir $2.500 euros que tenían como destino las cuentas de familiares de Camilo Bula. El emisario se declaró inocente y un juez de control de garantías lo envío a la Cárcel Distrital.

(En contexto: Fiscalía imputará cargos a Leo Einsenband, dueño de Fedco)

La historia de cómo coinciden Bula, Eisenband y Montoya comenzó el 13 de junio de 2007, cuando el entonces director de la DNE, Carlos Albornoz, nombró a Bula depositario de los bienes de la familia Nasser Arana. Desde esa época, Bula, quien fue fiscal antimafia, administró una sociedad llamada Promociones y Construcciones del Caribe Ltda. (Promocon), que era dueña del centro comercial Villa Country en Barranquilla. Y fue la venta de este último bien lo que puso en el radar de las autoridades tanto a Eisenband como a Bula. Al primero le imputarán cargos el 8 de junio por peculado por apropiación y el segundo ya está tras las rejas por los hechos referidos.

Según la Fiscalía, el centro comercial Villa Country fue uno de los bienes que se feriaron a precios irrisorios durante el desfalco a la DNE en la era Albornoz. Y fue Camilo Bula quien presentó avalúos alterados para disminuir el precio comercial del inmueble y beneficiar a Inversiones Eliat Ltda., firma de la que Leo Eisenband era representante legal. La venta se hizo el 21 de septiembre de 2009 por $18.362 millones. La Fiscalía comparó esa cifra con los registros del Instituto Agustín Codazzi y determinó que Villa Country se vendió $3.643 millones más barato. Además, según peritazgos del CTI, durante su gestión Bula logró devaluar el bien en más de $22.000 millones.

En pocas palabras, el centro comercial Villa Country terminó siendo una ganga para Leo Eisenband e Inversiones Eliat, beneficiados por las movidas de Camilo Bula. Ante estas pruebas en su contra, Bula decidió colaborar con las autoridades. Incluso firmó un principio de oportunidad y dio rienda suelta a sus confesiones. Primero la emprendió contra Albornoz y luego contra todos los implicados en ventas irregulares de bienes de la mafia. En ese contexto le dijo a la Fiscalía que Eisenband y uno de sus socios, Luis Fernando Vásquez —quien estuvo en la mira de la justicia de Estados Unidos—, se habían beneficiado con la venta de los bienes de la familia Nasser Arana.

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Desde 2013, el dueño de Fedco y Vásquez estaban en el radar de la Fiscalía. Sin embargo, tuvieron que pasar cinco años para que el ente investigador tomara una decisión en el proceso de Leo Eisenband. En ese tiempo, a Bula le revocaron su principio de oportunidad y, el 28 de julio de 2015, el Tribunal Superior de Bogotá elevó su condena a 18 años. Parecía que el exfiscal antimafia ya no iba a colaborar más y que las investigaciones quedaban a mitad de camino, pero, al parecer, tras bambalinas, según conoció El Espectador, Bula continuaba teniendo contactos con quienes antes habían sido sus socios y ahora lo denuncian por extorsión.

La denuncia fue presentada el pasado 28 de febrero. Eisenband puso en conocimiento de la Fiscalía que fue contactado por Óscar Montoya, quien sería el emisario de Bula para cobrarle $1.000 millones a cambio de no implicarlo en las irregularidades del centro comercial Villa Country. La Fiscalía montó un operativo para hacerles seguimiento a esos encuentros y comunicaciones. Desde mensajes de Whatsapp hasta grabaciones de las reuniones entre Montoya y Eisenband en su oficina en Fedco están hoy en poder de las autoridades. En particular, el CTI les hizo seguimiento a tres entregas controladas de dinero. Las dos primeras fueron por $10 millones cada una, el 2 de febrero y el 25 de abril de este año, y la última por $2.500 euros se dio el jueves 10 de mayo.

Finalmente, hombres del CTI lograron la captura de Montoya luego de confirmar que tenía en su poder los euros que fueron marcados de forma especial. La Fiscalía sigue tras la pista para llegar a los dineros que supuestamente se consignaron en las cuentas de familiares cercanos a Camilo Bula, quien vive nuevos momentos de angustia en la cárcel La Picota tras enterarse de lo sucedido. La defensa de Montoya insistió en que, si bien él sí ejerció el rol de emisario entre Bula y el dueño de Fedco, jamás hizo exigencia alguna de dinero que pudiera entenderse como una extorsión. Y luego aseguró que fue engañado por personas que él conocía de años atrás, simplemente por ofrecerse como mensajero.

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Fuentes cercanas a Montoya manifestaron que fue Leo Eisenband quien primero buscó a Óscar Montoya para que le ayudara a contactar a Camilo Bula. Supuestamente, la secretaria privada de Eisenband lo llamó a principios de febrero para que se reunieran y Montoya accedió a ir a la cárcel La Picota para encontrarse con Bula. La razón: Montoya es primo de Luis Fernando Vásquez, quien también le habría pedido intermediar como un favor especial. Después de esa reunión en prisión, Montoya manifestó que Bula necesitaba dinero para mantener a su familia y que estaba dispuesto a seguir en comunicación con el empresario.

Al parecer, no sólo fueron tres veces las que se reunieron Óscar Montoya y Leo Eisenband, pues el primero era asiduo visitante de las oficinas de Fedco en La Floresta. Conocidos de Montoya explicaron que hoy se mueve en el mundo de la venta de chatarra y que tiene una oficina jurídica. Además, que su relación con Camilo Bula se debe a que él también fue depositario de la sociedad Promocon entre 2003 y 2005, y además administró el centro comercial Villa Country, por lo que también tendría conocimiento de primera mano de cómo devaluaron ese inmueble. Para ellos, era el hombre indicado para fraguar un plan que desacreditara al testigo Bula.

Fuentes que conocen a fondo el expediente relataron que Fernando Vásquez y Leo Eisenband buscaron la forma de llegar hasta Camilo Bula desde años atrás, para que él cambiara su declaración, pero nunca lo lograron porque la colaboración con la Fiscalía ya iba muy adelantada y su abogado se negó rotundamente. ¿Estaba Bula extorsionándolos o ellos orquestaron la manera de meterlo en más problemas? Lo que hoy está claro es que Óscar Montoya pasará los próximos días en la Cárcel Distrital, mientras Leo Eisenband tendrá que preparar su defensa para explicar cómo logró comprar el centro comercial Villa Country por un precio irrisorio.