Juan Miguel Rodríguez fue secuestrado por las Farc en 1987 mientras cumplía su labor como policía en San Adolfo, Huila. Durante su cautiverio, lo amenazaron con matarlo y lo hicieron caminar por la Bota Caucana. Cuando lo liberaron, dice que oficiales de la Policía lo llamaron “cobarde” por dejarse secuestrar. Ahora, trabaja como reciclador y es reconocido como víctima acreditada ante la Jurisdicción Especial para la Paz.