Las imágenes de Helí Mejía Mendoza, más conocido en las filas de las extintas Farc como Martín Sombra, siendo capturado por las autoridades mientras este se desplaza en muletas, es una muestra de que el tiempo ha corrido para uno de los hombres que estuvo durante décadas inmerso en el conflicto armado colombiano. El antiguo subversivo ahora señalado de supuestamente participar en el secuestro de un ganadero en San Vicente del Caguán en diciembre de 2017, había recuperado su libertad seis meses antes de este supuesto plagio y por el que hoy vuelve a estar procesado por las autoridades.
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Hace dos años, cuando recuperó su libertad, la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá avaló la solicitud de libertad presentada por la defensa del excomandante guerrillero Martín Sombra, luego de determinar que este cumplía con los requisitos para recibir su libertad condicional. En este caso se tuvo en cuenta el hecho que el exjefe guerrillero ya superó los cinco años privado de su libertad, ha pedido perdón de manera pública por sus actos y firmó un acta de compromiso para no volver a delinquir ante la Secretaría de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
(También: Martín Sombra, el carcelero de las Farc, cuenta su verdad a la JEP)
El magistrado del caso señaló que el exjefe guerrillero cumplió los tres principales requisitos que exigen la ley 1820 de 2016: la relación de las investigaciones y sentencias con hechos del conflicto armado, la demostración que estuvo vinculado a ese grupo armado ilegal y el hecho que los hechos motivo de investigación se cometieron antes del 1 de diciembre de 2016. Según los documentos presentados por la Fiscalía General, todos los procesos que existen en contra de Martín Sombra tienen una relación directa con las acciones que ejecutaron los frentes 10, 23 y 45 de las Farc, entre otras estructuras guerrilleras, en los departamentos de Meta, Vichada, Arauca, Cundinamarca y Boyacá durante décadas.
En contra de Mejía Mendoza existen seis condenas superiores a los 40 años cada una. Los fallos judiciales tienen relación con homicidio agravado, tentativa de homicidio, secuestro, extorsión, desplazamiento forzado, desaparición forzada, actos crueles e inhumanos, reclutamiento de menores, homicidio en persona protegida, terrorismo, rebelión, tortura, tratos crueles e inhumanos, crímenes de guerra y de lesa humanidad. Una de estas fue emitida por el Tribunal Superior de Bogotá en 2013, documento en el que esa corporación retomó la información recopilada por la Fiscalía sobre el largo expediente criminal de Sombra en las Farc.
Mejía Mendoza fue parte de la primera célula guerrillera liberal que conformaron los indígenas pijaos en el municipio de Herrera (Tolima) conocidos como los Alpargatudos. Su padre Ely Mejía, alias El Tigre, fue el cacique de este cabildo indígena y el jefe guerrillero que lideró los primeros enfrentamientos con los conservadores en Rioblanco y Herrera. Por esa época, luego del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, la violencia se recrudeció entre liberales y conservadores y la familia de Martín sombra fue una de las que sufrió la barbarie.
"Yo nací el 15 de diciembre de 1938, en Herrera, Tolima. En abril del 1948 matan a Gaitán y se agarran los liberales y los conservadores. Yo caí en el conflicto porque salí del internado a visitar a mi padre y el 11 y 12 de abril de ese año matan a mi madre, le rajan el estómago, le sacan una criatura; a mis tías políticas las violan y asesinan, a mis tíos liberales los castran. Mi padre casi se enloquece. Por esa época llega ‘Manuel Marulanda’ con Ciro Trujillo y se encuentran con sus primos, los Loaiza. Ahí se levantan las guerrillas liberales. ‘Marulanda’ se hace muy amigo de papá, incluso fue mi padrino", contó Sombra en 2015 a este diario .
Con tan solo 10 años de edad, empuñó las armas y su alias fue colocado por su propio padre a raíz de su primer crimen, el cual perpetró sin estar autorizado para cometerlo. Ese mismo año, el de la muerte de Gaitán, Mejía Mendoza mató a alias Negro Golo, un miembro de la guerrilla que perteneció a ese pequeño grupo subversivo. El exjefe guerrillero contó que este intentó violar a muchas mujeres y se comía las orejas de sus víctimas luego de ejecutarlas. A partir de este momento su papá lo llamó Martín Sombra.
Entre el 1953 y 1957, durante el gobierno del General Rojas Pinilla, la mayoría de los Alpargatudos se amnistiaron. Sombra, en cambio, pasó directamente a las Farc, luego que de que su padre fuera asesinado. Luego de más de una década en la clandestinidad, Mejía Mendoza entró a hacer parte del Cuarto frente de las Farc, el cual operó en el Magdalena Medio Santandereano como guerrillero raso. Su consolidación y prestigio en la guerrilla se dio gracias a la antigua amistad de su fallecido padre con Manuel Marulanda.
"Marulanda se hace muy amigo de papá, incluso fue mi padrino. En ese tiempo de voleo, tiros van, tiros vienen, las familias se cuidaban. En esas mi padre cae mal herido y muriéndose me hace jurar que yo tenía que morir como guerrillero liberal al pie de ‘Marulanda’. Llegamos a Marquetalia, Tolima, y proclamamos las repúblicas independientes. Pero en el mandato de Guillermo León Valencia, en 1964, el general Joaquín Matallana nos mete 600 hombres, no 16 mil como dicen. Eran 600 y tuvimos que salir pitados. Fue el origen de las Farc", aseguró Martín Sombra a este diario.
Fue en medio de esta huída que se conoció con el exjefe paramilitar alias Ramón Isaza en el municipio antioquieño de Puerto Triunfo, más precisamente en el corregimiento de Las Mercedes. "A esa región del Magdalena Medio llegamos muy clandestinos, después del ataque a Marquetalia. Llegamos a ideologizar a la gente. Ahí nos hicimos amigos. Las Farc fundan varios frentes clandestinos en la zona, los campesinos no sabían quiénes éramos. Eran los tiempos de la lancha en el Magdalena, todavía no había tanta carretera, y estaba el ferrocarril", narró Mejía Mendoza.
"Yo vivía en Las Mercedes. Allá había un señor que tenía unos aserríos. Yo trabaja ahí y el hombre (‘Martín Sombra’) llegó a buscar trabajo. Yo le ayudé con el patrón y lo obtuvo. Estuvo como 15 o 20 días trabajando y se desapareció de un momento a otro. Y sólo nos volvimos a ver 40 años después aquí en La Picota. Recuerdo que conocí otros compañeros de él, cuando ellos crearon el noveno frente que se adueñó de esa región", contó Isaza a este diario. A finales de los años setenta este último ingresó a los grupos de autodefensa y se convirtió en uno de los jefes paramilitares más temidos del Magdalena Medio.
Volviendo con Martín Sombra, durante los años ochenta, luego de abandonar el Magdalena Medio, las Farc le encomendó crear la Compañía Ciro Trujillo, con el fin de entrar al Casanare. Sin embargo, este grupo hizo más presencia en el Meta. Luego del ataque militar al santuario guerrillero de Casa Verde (diciembre de 1990), Marulanda le ordenó a Martín Sombra tomarse la base militar de Los Girasoles en Mesetas, Meta (enero de 1991). En la toma asesinaron a dos militares y secuestraron a otros 17, quienes días después fueron entregaron a la Cruz Roja. En el ataque, por el que fue condenado a 24 años de prisión, murieron, también, 24 guerrilleros.
Un año después, el excomandante guerrillero organizó una toma al municipio de Puerto Rico, Meta. Para ello creó una compañía llamada Leones del Llano con 18 hombres que habían participado en el ataque a los Girasoles. La llegada la hacen por el río Guayabero y los policías de la estación que fueron capturados los entregaron después a la Cruz Roja. Ocho años después, en junio de 1999, Martín Sombra lideró otra toma guerrillera en este municipio en la que mataron a cinco soldados, secuestraron a 28 y provocaron el desplazamiento de 53 familias.
Otra de las labores que le encargó el secretariado de las Farc, Martín Sombra viajó a Venezuela para contactarse con las guerrillas de ese país y pactar el envío de armas. En febrero de 1992 este viajó a Rubio, Táchira, utilizando un permiso de circulación. Según su relato en esa ciudad se reunió con un funcionario venezolano del consulado de Colombia en Puerto Ayacucho, quien lo ayudó a sacar la nacionalidad venezolana. Durante su extenso tránsito por la guerrilla, obtuvo cuatro identificaciones distintas y nadie dentro de las Farc, excepto Manuel Marulanda, sabía su verdadero nombre.
Durante ese viaje, que duró cerca de cuatro meses, se pactó con un ciudadano nicaragüense la entrada de armamento, vía aérea, para las guerrillas de ambos países. El contrabando de armas entró por Casanare y lo recibió alias el Negro Acacio, jefe del frente 16 de las Farc. Martín Sombra, en ese momento líder del frente 43 de las Farc, salió del país por Puerto Ayacucho y entró directamente al departamento del Vichada, donde estaba operando el frente 16 del Negro Acacio.
Uno de los informes oficiales del Ejército señaló que Manuel Marulanda le dio la tarea de fundar varios frentes de las Farc en diferentes departamentos. Además de instruir a los guerrilleros en técnicas de guerra, manejo de explosivos y labores de inteligencia. Uno de sus discípulos fue Víctor Julio Suárez, alias El Mono Jojoy. En 1984, el secretariado de las Farc le pidió reestructurar el frente 10. En 1992, seis meses después de la toma de Puerto Rico, el secretariado de las Farc lo asignó como jefe del Frente 43.
Durante los infructuosos diálogos de paz con el gobierno del ex presidente Andrés Pastrana, el exjefe guerrillero se encargó de cuidar a los militares y políticos que las Farc secuestró. Mejía Mendoza se hizo a cargo de ellos en 1998 en un campamento llamado Cárcel Segura en los Llanos del Yarí, retaguardia histórica del grupo guerrillero entre el Meta y Guaviare. En este punto fue donde estuvieron los estadounidenses, Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves. Su nombre también ha sido vinculado con los secuestros del exgobernador del Meta Alan Jara y el exsenador Jorge Eduardo Gechem. También fue quien ordenó dividir en grupos a los secuestrados y negó la entrega de su hijo, Emmanuel, a Clara Rojas mientras estuvo en cautiverio.
El 21 de febrero de 2008, ‘Martín Sombra’ se dirigió a Saboyá en Boyacá, por órdenes de alias Alfonso Cano, donde le iban a entregar un dinero para un viaje que iba a realizar a Venezuela por supuestos asuntos médicos, pero miembros de la fuerza pública lo detuvieron en este pueblo donde terminó su paso por el mundo de la guerrilla. El 11 de mayo de 2009 inició su desmovilización y pidió ser postulado a la ley de Justicia y Paz. En 2010 la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia dio concepto negativo a la solicitud de extradición presentada en su contra por los Estados Unidos por delitos relacionados con el tráfico de drogas y el secuestro de los tres contratistas estadounidenses.