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Este martes 21 de octubre, la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá dio a conocer su decisión sobre la apelación presentada por Álvaro Uribe Vélez a la condena impuesta el pasado 28 de julio por los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal. La justicia determinó en segunda instancia que el expresidente no cometió los dos delitos por los que había sido condenado a 12 años de prisión.
La decisión de la Sala Penal, integrada por los magistrados Manuel Antonio Merchán, Alexandra Ossa y María Leonor Oviedo (quien salvó el voto), no le dio la razón a Sandra Liliana Heredia, jueza 44 penal con función de conocimiento de Bogotá, quien había determinado en primera instancia que el expresidente fue el “determinador” y “arquitecto” de una red de manipulación de testigos. El objetivo, según la togada, era torcer versiones que lo relacionaban con grupos paramilitares en Antioquia.
Según la decisión de primera instancia, Uribe Vélez había participado en movidas ilícitas para tratar de cambiar las versiones de testigos. Siempre, a través de terceros, exparamilitares y abogados como Carlos López, alias “Caliche”, y Diego Cadena, que fungieron como sus emisarios. “No cabe duda que el procesado conocía lo ilícito de su proceder. No de otra manera puede explicarse que no lo hiciera directamente o a través de sus juristas, los que siempre había contado”, señaló la jueza Heredia.
Sin embargo, el Tribunal Superior de Bogotá determinó en segunda instancia que la Fiscalía no probó la culpabilidad de Uribe en esos hechos criminales y que, además, la jueza Heredia cometió varios errores en su sentencia. Entre otros, que no valoró de manera correcta las pruebas del expediente y que llegó a conclusiones subjetivas.
Esta es la decisión completa:
Uribe Vélez apeló la decisión, argumentando que el fallo tenía más motivaciones políticas que base jurídica. “El fallo me interpretó a su amaño. El fallo me maltrató sin conocer mis antecedentes en mi vida política. No repasó mi transparencia y mi verticalidad para enfrentar como minoría los debates en la Universidad de Antioquia. Ni tampoco los años de mi madurez cuando en el gobierno fui vertical para asumir responsabilidades. Mintió la Fiscalía”, dijo el expresidente.
Agregó: “Este fallo está soportado en el ánimo político de afectar a un dirigente de oposición. El fallo me trata de urdidor de mentiras, sin detenerse en lo que ha sido mi recorrido en la vida pública colombiana. Aquí no hubo respeto ni por mi defensa, ni por mí. No entiendo mi condición, primero de acusado, y ahora de condenado. Pero es que tenemos toda la posibilidad de que nos protejan los derechos humanos”.
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