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Durante años el general del Ejército Miguel Eduardo David Bastidas cargó el inri de las ejecuciones extrajudiciales a cuestas. En mayo de 2017, una fiscal de la Unidad de Derechos Humanos lo llamó a indagatoria para que explicara sus actuaciones como ejecutivo y segundo comandante del Batallón de Artillería Jorge Eduardo Sánchez (Bajes), en Antioquia, en el año 2004. Para esa época esa unidad militar, adscrita a la Cuarta Brigada, fue considerada la más destacada en operaciones contraguerrilla del país. Los números de bajas en combate y éxitos operacionales superaban por mucho los de otros batallones. Mientras el Ejército publicitaba con bombos y platillos estos resultados, repartía felicitaciones o concedía permisos entre sus hombres, y anunciaba una guerra sin tregua para acabar la subversión, el ruido de los falsos positivos empezaba a multiplicarse.
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