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El historial de escándalos de Isolux Corsán, la fallida socia de Bioenergy en Meta

Esta multinacional española consigue la mitad de sus ingresos por sus operaciones en África. Su fuerte eran las construcciones energéticas y viales, pero en Colombia se ganaron un contrato en 2010 para construir una planta de etanol en Puerto López (Meta) con la cual se retrasaron tanto que Bioenergy, filial de Ecopetrol, los sacó del proyecto en 2014. Todos los organismos de control están encima de este tema.

Redacción Judicial

14 de octubre de 2020 - 05:25 p. m.
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El 30 de junio de 2010, la empresa Bioenergy, una filial de Ecopetrol, firmó un contrato con la compañía española Isolux Corsán con ambicioso proyecto en mente: construir la planta de etanol El Alcaraván. El acuerdo lo pactaron Javier Flórez Muñoz, en nombre de Bioenergy, e Ignacio Juan Revilla Fernández, representante de la empresa española. El presupuesto inicial era de US$138,6 millones, pero el asunto terminó acordándose por US$350 millones y el costo final fue de US$778 millones. En julio del año pasado, la Fiscalía les imputó a Flórez Muñoz y Revilla Fernández el cargo de interés indebido en la celebración de contrato. (La historia detrás del millonario laudo de Bioenergy que acaba de ser admitido en Colombia)

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“En criterio de la Fiscalía, pese a que se presentaron dos consorcios, el gerente de la empresa aprobó la construcción de Isolux Corsan sin tener la experiencia técnica en la planta industrial de alcohol carburante, lo que llevó a generar retrasos en las obras”, dijo entonces el organismo investigativo, que no es el único que ha puesto sus ojos en ese contrato, que, de lejos, resultó mucho más oneroso que el descalabro de Reficar, cuyos sobrecostos estimó la Fiscalía en unos $600 mil millones. El desangre financiero de Bioenergy e Isolux Corsán, empresa que ni siquiera culminó el proyecto, fue mayor.

Justo ayer, la Procuraduría formuló pliego de cargos -es decir, llamó a juicio disciplinario- a 12 directivos o representantes legales de Bioenergy por este episodio. Entre los procesados se encuentran los entonces miembros de la junta directiva de Bioenergy Juan Carlos Roa, Gloria Inés Cortés, Adriana García Molano, Juan Felipe Munera, Claudia Castellanos, Alexander Cadena Montezuma, Henry Echeverry Campuzano, Hans Moreno Muñoz y María Elena Velázquez. Así mismo, serán investigados los exgerentes generales y expresentantes legales: Aleck Santamaría de La Cruz, Rafael José Pitalagua y Rosa Catalina Santos.

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Pero, ¿por qué eligió Isolux Corsán, a la cual en 2014 terminó sacando de la iniciativa debido a sus notorios retrasos -debía estar listo en 2012-? Para 2010, esta era una reputada empresa española que, de acuerdo a medios de comunicación españoles como El Economista, era “de referencia en energí­a, construcción, concesión y mantenimiento de grandes infraestructuras que desarrolla su actividad en más de 30 países de cuatro continentes. La construcción de infraestructuras de transporte, ferroviarias, aeroportuarias, marí­timas, hidráulicas y edificación residencial y no residencial constituyen uno de sus principales polos de crecimiento”.

Su fuerte era la construcción de vías e infraestructura energética. Son unos gigantes en esa materia en África, en donde operan en 10 países: Argelia, Angola, Gabón, Kenia, Marruecos, Mauritania, Mozambique, Uganda, Senegal y Sudáfrica. Por eso, tanto la Fiscalía como la Contraloría colombianas han cuestionado que Bioenergy le haya encargado uno de sus más grandes proyectos, relacionado con alcohol carburante. En los últimos años, cuando ya Isolux Corsán estaba por fuera del negocio de Bioenergy, su reputación se ha visto en tela de juicio a raíz de escándalos de corrupción en los que se ha visto envuelta. (Las irregularidades de Bioenergy, la planta de Ecopetrol en Puerto López, Meta)

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El primero fueron los sobrecostos de algunos tramos del AVE (tren de alta velocidad) en Barcelona. En 2016, un ingeniero, un jefe de obras y un representante de Isolux Corsán terminaron imputados porque esa obra, presupuestada en 6 millones de euros, terminó costando 31 millones de euros. El escándalo fue enorme, dos años atrás la Guardia Civil había allanado las oficinas de Isolux buscando evidencia, pues lo que estaba bajo indagación era si parte de esos sobrecostos se habían usado para pagar sobornos a funcionarios relacionados con el sistema de transporte español para conseguir los contratos. Es decir, un esquema de coimas como el de Obrechet.

Cinco años más tarde, en 2019, la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia de España sancionó a 15 empresas con una multa de 118 millones de euros por haberse repartido, durante años, concursos públicos convocados por el gestor ferroviario ADIF. En lo que compete a Isolux Corsán, según el portal español Eldiario, la investigación contra Isolux Corsán dejó en evidencia “el pago de safaris, vino, coches y viajes de lujo a responsables de Adif a cambio de aceptar facturas hinchadas [con sobrecostos] en las obras”. Las indagaciones, que no han culminado, se ampliaron a las obras de Isolux Corsán del AVE en Castilla y León.

En 2020, el chaparrón se trasladó para Argentina. En junio de este año se supo que la Fiscalía de ese país había comenzado un proceso contra Isolux Corsán, ya liquidada, por el presunto pago de sobornos a una organización ilegal encabezada por el expresidente (fallecido en 2010) de Argentina Néstor Kirchner y la actual vicepresidenta, su viuda, Cristina Fernández de Kirchner, para conseguir en 2007 la adjudicación de la construcción de una central termoeléctrica. La Fiscalía dice tener evidencias de que Isolux Corsán hizo 19 entregas de US$300.000 cada una a los funcionarios en cuestión entre 2008 y 2015. (Contraloría imputó responsabilidad fiscal por $12.243 millones en caso Bionergy)

En Colombia, una vez conocidas las irregularidades en la construcción de El Alcaraván, Ecopetrol tuvo que asumir casi $6.000 millones que Isolux dejó en deudas con contratistas y trabajadores. Bioenergy demandó a la empresa española ante la Corte Internacional de Arbitraje de EE.UU., la cual ganó: Isolux debía pagarle US$13 millones y $7.000 millones. Pero Isolux, en una contrademanda de 2016, consiguió que Bioenergy la indemnizara con US$18 millones. De esa forma, a pesar de no haber culminado El Alcaraván, la compañía española resultó vencedora.

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