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El hombre detrás del paro judicial

Fabio Hernández asegura que nadie podrá calificarlo en el futuro como un traidor.

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Redacción Judicial
14 de octubre de 2008 - 09:17 p. m.
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Pese a que Fabio Hernández está en paro laboral, su tiempo no es invertido precisamente en descansar. El hombre que lidera el cese temporal de labores de los trabajadores de la Rama Judicial, que ya completa 43 días, no acaba de levantarse de la cama cuando sus teléfonos comienzan a repicar ante las llamadas de periodistas o de quienes quieren saber las directrices que deben seguir sus compañeros de Asonal Judicial, que están pendientes de las conversaciones que adelanta con el Gobierno. “Hacemos 5, 6 o hasta 10 asambleas al día, todos los días, en los distintos edificios judiciales de Bogotá.

Hay que hacer los comunicados, rendir los informes a otras seccionales del país, hacer reunión con nuestra junta y con la comisión negociadora y atender trabajo legislativo en el Congreso de la República en pro de los objetivos del paro”, afirma Hernández.

Recordando su pasado asegura que él es producto del movimiento estudiantil de los años 80, donde empezó a nutrirse de conceptos de carácter social. Ingresó a la Rama Judicial en 1983 como juez promiscuo del municipio de Coper, en el departamento de Boyacá. Luego fue enviado a Puerto Boyacá, donde comenzó a participar en actividades sindicales. “Con un riesgo muy grande, porque en ese momento había mucha hegemonía de los grupos paramilitares”, asegura. Pero fue cuando lo trasladaron a la ciudad de Tunja, cuando llegó a ser vicepresidente de Asonal en Boyacá y luego fue elegido presidente de esa seccional.

“En los municipios olvidados uno tiene un contacto más directo con la realidad nacional y encuentra un país diferente. Los pobladores de esas regiones sufren de las necesidades más elementales. Eso necesariamente lo impacta a uno y le da un norte en las reivindicaciones de carácter social y popular”, sostiene el presidente de Asonal. En 1992, con la creación de la Fiscalía General, fue trasladado a Bogotá y nombrado como vicepresidente nacional, mientras ejercía como fiscal seccional. En 1996 asume como presidente del sindicato, luego de que el titular saliera del país por amenazas. Un año más tarde fue elegido para continuar hasta 1999. En 2006 fue nombrado fiscal delegado ante el Tribunal Superior de Bogotá. Ese año fue de nuevo presidente de Asonal, hasta la actualidad.

Dice que como sindicalista ha tenido grandes satisfacciones, por ejemplo contribuir a identificar los intereses y necesidades de los trabajadores, que significan progreso en su calidad de vida. “Es bueno cuando uno logra ese propósito, con tantos modos de pensar distintos y logra unificarlos en un uno solo con un objetivo justo, y más cuando se logra avanzar”, afirma. Le gustaría que dentro de unos años fuera recordado como un hombre leal a los trabajadores. “Que nadie me pueda señalar mañana o pasado mañana como un traidor”, concluye.

Por Redacción Judicial

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