La situación de seguridad en el cañón del Micay (Cauca) sigue bajo tensión. Información de inteligencia militar entregada a El Espectador indica que el Frente Carlos Patiño, de las disidencias de las Farc, al mando de alias Iván Mordisco, estaría planeando un nuevo ataque a la fuerza pública en la región.
Según la información recopilada por las autoridades, siete hombres al mando de alias Kevin estarían planeando una asonada en contra de la fuerza púbica, para lo cual estarían instrumentalizando a la población. Su objetivo: presionar a las tropas para obligar su salida de la región.
Desde el 12 de octubre de 2024, cuando inició la Operación Perseo de las Fuerzas Militares, con la cual el Estado buscaba retomar el control sobre una zona históricamente dominada por los grupos armados, el cañón del Micay ha estado militarizado. Ese día entraron 1.277 soldados y 19 vehículos blindados; la presencia de la fuerza pública ha sido constante.
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Sin embargo, el fracaso de la intervención integral en el territorio, reconocido incluso por el exministro de Defensa, Iván Velásquez, ha caldeado los ánimos en la región. Poca claridad en los planes de sustitución de cultivos de uso ilícito, escasa presencia de las instituciones y su inversión social y una “falta de articulación” por parte del Gobierno Nacional, como lo dijo el exministro Velásquez, ha complicado el panorama.
Durante la última semana han aumentado los hostigamientos de las disidencias de las Farc en contra de la fuerza pública y, según el nuevo ministro de Defensa, el brigadier general (r) Pedro Sánchez Suárez, han instrumentalizado a la población civil para lograr su objetivo.
El pasado seis de marzo hubo un altercado entre fuerza pública y habitantes de El Plateado que se movilizaban desde la vereda La Hacienda, hacia el casco urbano del corregimiento, pidiendo acción y presencia real del Gobierno. Ese enfrentamiento terminó en la quema de vehículos militares por parte de la población civil, 28 policías y un soldado retenidos por la población.
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Los uniformados permanecieron retenidos hasta la tarde del sábado ocho de marzo, en lo que la comunidad denominó como “un ejercicio de acompañamiento y protección”. Sin embargo, el ministro Sánchez Suárez aseguró públicamente que se trataba de un “secuestro”. Todas estas acciones, según se conoce hasta el momento, orquestadas por un mismo personaje: alias Kevin, líder de las disidencias de las Farc en la región.
El organigrama del terror en el Cauca
Según la información entregada por inteligencia militar, alias Kevin no solo ha estado al frente de la más reciente escalada de violencia en el departamento del Cauca. También sería el cerebro detrás de la planeación de una nueva asonada en contra de la fuerza pública, para lo cual estaría instrumentalizando a los habitantes de la región del Cañón del Micay.
“Se ha identificado a los bandidos responsables de organizar a la población para adelantar asonadas contra las tropas, con el fin de forzar su retiro del territorio. El objetivo de estos cabecillas es proteger los enclaves cocaleros a toda costa y reubicarse en el sector”, dijeron desde las Fuerzas Militares.
Alias Kevin, cuyo nombre real es Anderson Andrey Vargas Suns, es el líder de esa estructura de las disidencias y tiene 29 años de edad. Es uno de los principales objetivos de las Fuerzas Militares en la región, desde que inició la Operación Perseo. Según información de inteligencia militar, ingresó a la guerrilla a los 16 años y lleva cerca de 15 años en sus filas.
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Es señalado como el principal coordinador del negocio del tráfico de cocaína y marihuana en la región del Cañón del Micay. Las autoridades también lo han responsabilizado de varios homicidios, entre ellos el del líder social Lido Gutiérrez Gómez, y de coordinar ataques con drones para afectar a la fuerza pública en el departamento del Cauca.
De los siete guerrilleros que estarían al mando de alias Kevin en la retoma del control criminal del cañón del Micay, según las Fuerzas Militares, hay dos que tienen especial protagonismo: alias Giovanny Armero, líder de comisión, y alias Edwar Ramírez, líder de la compañía Samanta Gómez de las disidencias.
Alias Giovanny estaría actuando desde las poblaciones de Huisito, Honduras y La Hacienda desde donde ordena y “lidera estas acciones criminales”, informaron las autoridades. Mientras tanto, alias Edwar Ramírez “actúa como el mensajero”, se mueve hasta los centros poblados y sería el encargado de instrumentalizar a la población.
Los otros integrantes de ese organigrama criminal son alias Rayo, segundo al mando del Frente Carlos Patiño de las disidencias, y alias Tabares, otro de los líderes de comisión de ese grupo armado.
La lista la completan tres sujetos que estarían encargados de actuar en territorio: alias Zamora, líder de la compañía Fardey Díaz, que actúa en el corregimiento de El Plateado y las veredas del Cañón del Micay, San Juan de Mechengue y Honduras, en Argelia; alias Farley, tercer líder de las disidencias, perteneciente a la compañía Jaison Cadona; y alias Nelson o Gafas, quien sería el líder “pseudopolítico” de la organización criminal, según las autoridades.
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“En los puntos de procesamiento de coca están concentrando a cerca de 1.000 personas en puntos estratégicos como La Ceiba, El Basurero y el centro poblado de El Plateado, donde se acondicionaba la estación de Policía”, señala la información entregada por Fuerzas Militares.
Según se conoce, las disidencias estarían adelantando reuniones para cooptar a la población civil y obligarlos a atacar a la fuerza pública, luego de haber llegado a un acuerdo con las autoridades el pasado ocho de marzo, que permitió la liberación de los 29 uniformados que estuvieron retenidos por cerca de 48 horas.
Según otro informe operacional de las Fuerzas Militares conocido por este diario, en lo que va de 2025 en el departamento del Cauca las tropas del Ejército han sostenido 24 combates con grupos armados, han bloqueado dos acciones terroristas, han sufrido 33 hostigamientos y 43 ataques con drones cargados de explosivos. La Policía también ha sufrido 60 ataques por parte de las disidencias.
Por ahora, en la región continúa la presencia de las autoridades que buscan retomar el control de los corregimientos y veredas del cañón del Micay, una operación centrada en el municipio de Argelia, pero que será extendida a todo el departamento del Cauca.
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Al tiempo, las comunidades siguen a la espera de la intervención institucional con inversión en asuntos claves como educación, salud, infraestructura y salidas reales para la sustitución de cultivos de uso ilícito. Esto, en un sitio que en 2023, según cifras del Ministerio de Justicia, alcanzó las 31.843 hectáreas sembradas con coca, un cultivo que ha alimentado la guerra allí durante años.
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