/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elespectador/IS6XR7XCQZD2VGQOJJC3ACB73I.jpg)
El páramo de Pisba, que comprende más de 45.000 hectáreas, está cerrado al público. / Óscar Güesguan
La explotación de carbón en el páramo de Pisba está dañando el ecosistema y las autoridades estatales son cómplices de ello. Así lo afirma un grupo de campesinos que se unió para presentar una acción popular contra el Gobierno y algunas entidades que deben velar por el cuidado y la preservación del medio ambiente. Según la acción, algunas empresas mineras están operando en un área protegida sin tener las licencias ambientales correspondientes y sus operaciones han contaminado el entorno, afectando principalmente el agua del páramo, cuyo límite aún no está establecido, a pesar de las solicitudes de los alcaldes de municipios de Boyacá y Casanare.
Don Pedro Abel Castañeda, el guardia del páramo de Pisba
Síguenos en Google Noticias