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El regreso de ‘Martín Llanos’

Inteligencia de la Fuerza Pública detectó que uno de los jefes paramilitares más buscados regresó a Colombia y, al parecer, está tejiendo una alianza con alias ‘Cuchillo’.

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Redacción Judicial
07 de octubre de 2009 - 11:31 p. m.
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Desde hace casi cinco años nadie daba razón de Héctor Germán Buitrago Parada. Conocido como Martín Llanos, el líder de las Autodefensas Campesinas del Casanare es señalado como el autor de una larga cadena  de crímenes que lo hacen uno de los hombres más buscados por las Fuerza Pública y la Fiscalía. Y ahora, con mayor razón. Buitrago, de acuerdo con informes de inteligencia, estuvo fuera del país hasta hace un par de meses y regresó con el único propósito de recomponer su ejército privado. Y aliado nada más y nada menos que con el temible jefe ‘para’ Pedro Oliveiro Guerrero, alias Cuchillo.

Según investigadores judiciales, con información incluso de personas que pertenecen a la organización de Llanos, su retorno se volvió un asunto obligatorio al conocer que no sólo Cuchillo sino también Daniel Barrera, conocido como El Loco Barrera —los dos narcotraficantes más buscados del país— se habían ‘apropiado’ de las regiones que él manejaba bajo sus propios términos desde 2000. Para ese año, este jefe paramilitar y sus hombres habían eliminado casi por completo a la familia Feliciano, otrora socia de su padre Héctor José Buitrago Rodríguez, y en los Llanos no había más ley que la que ellos impusieran.

Buscando que las autoridades le perdieran el rastro, desde 2004 hasta agosto pasado Buitrago se movió, con su esposa y tres hombres de su confianza, entre los dos países con los cuales Colombia hoy en día tiene una fuerte crisis diplomática: Ecuador y Venezuela. Ecuador, de acuerdo con inteligencia militar, fue su principal guarida, sin que haya algún indicio de que las autoridades de ese país conocieran la situación. En ocasiones llegó hasta Bolivia. Pero las autoridades tienen claro que está nuevamente en Colombia y que ha tenido reuniones con Cuchillo y El Loco Barrera en puntos ubicados a tres horas de Casanare.

Otro de los temas que ha discutido Llanos con su gente es, según información recolectada por la Fuerza Pública, el de entregarse al Gobierno. Hace dos meses, ese mismo rumor fue difundido, pero nada pasó en concreto. Lo que sí se sabe es que, en unos 60 días, al menos 300 hombres se han puesto nuevamente bajo su mando, número bajo si se tiene en cuenta que hacia 2003, en la cruenta guerra que Buitrago lideró contra el jefe paramilitar del bloque Centauros, Miguel Arroyave —cuando éste llegó a expandir en los Llanos el proyecto de las autodefensas de los hermanos Castaño—, al menos unos mil combatientes murieron, así como otros tantos civiles.

Buitrago Parada, con 41 años de edad, ha sido testigo de excepción del conflicto armado colombiano. A finales de los 70 su padre, Héctor José Buitrago Rodríguez, fundó el grupo de autodefensas Los Buitragueños, con ayuda de la familia Feliciano, la misma a la que Llanos eliminó cuando sus integrantes transaron con la justicia y abandonaron el proyecto paramilitar. Buitrago Rodríguez, conocido como Tripas, estuvo en la cárcel entre 1996 y 1997, pero un comando paramilitar lo rescató y desde entonces está prófugo de la justicia. Y Los Buitragueños, posteriormente conocidos como Autodefensas Campesinas del Casanare, nunca aceptaron desmovilizarse.

Hoy, por nexos con Martín Llanos, la Fiscalía adelanta una investigación contra seis ex alcaldes de Sabana Larga, Villanueva, Maní, Tauramena, Aguazul y Monterrey, todos municipios del departamento del Casanare. En mayo de este año William Pérez Espinel, ex gobernador del Casanare, fue detenido porque, según la Fiscalía, habría recibido dinero de las autodefensas de Llanos cuando estaba en campaña. A pesar de que fue socio de Carlos Castaño, su guerra a muerte con Arroyave dejó decenas de familias vistiendo de luto en el Meta y el Casanare.

¿Por qué Llanos sigue moviéndose a sus anchas, si hay 32 órdenes de captura en su contra por delitos como conformación de grupos armados ilegales, homicidio agravado, secuestro extorsivo, concierto para delinquir y terrorismo, entre otros? ¿Si, incluso, la Interpol expidió una circular roja en su contra desde 2002 en 180 países? ¿Cómo es posible que después de casi treinta años de ser protagonistas de la guerra, responsables de desplazamientos, muertes y muchas otras violaciones de Derechos Humanos, él y su padre no hayan cumplido una pena? Esos y otros interrogantes son los que rodean la historia del jefe paramilitar Martín Llanos.

Por Redacción Judicial

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