El secuestro, 'el palo en la rueda' de los otros procesos de paz

El secuestro del comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán, general Rubén Darío Alzate Mora marcó un punto de quiebre en las negociaciones que adelanta el Gobierno con la guerrilla de las Farc, el cual el próximo miércoles 19 de noviembre cumple dos años desde que las dos partes decidieron sentarse en la mesa para presentar sus respectivas propuestas y así ponerle punto final al conflicto armado interno.

Los fantasmas de este delito que en épocas anteriores le pusieron un punto final a las negociaciones que adelantaron los gobiernos de César Gaviria Trujillo y Andrés Pastrana Arango con este grupo guerrillero prendieron las alarmas en diferentes sectores políticos, sociales y académicos sobre los hechos registrados en 1992 y 2002.

Durante la administración de Gaviria miembros del Ejército Popular de Liberación (EPL) secuestraron el 26 de enero de 1992 en zona rural del municipio de Ocaña (Norte de Santander) al exministro conservador Argelino Durán Quintero, quien debido a un ataque cardiaco falleció durante su cautiverio debido a las largas caminatas hechas por sus captores.

Al confirmarse la noticia de su muerte el presidente de la República decidió ponerle punto final a los diálogos que se adelantaban desde hace un año con la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, de la cual hacían parte representantes de las Farc, el ELN y el EPL. Gaviria Trujillo le ordenó a la delegación que se encontraban en Tlaxcala (México) que se devolvieran al país.

El secuestro del avión

El 20 de febrero de 2002, cinco guerrilleros de las Farc secuestraron en pleno vuelo un avión de la empresa Aires que cubría la ruta Florencia (Caquetá) – Neiva (Huila). Antes de llegar a su destino los subversivos le ordenaron al piloto desviar la aeronave y aterrizar en una vía clandestina en el municipio de Hobo. En esa oportunidad fue secuestrado el senador Jorge Eduardo Géchem Turbay.

Los guerrilleros además ubicaron explosivos en la zona con el fin de evitar el accionar del Ejército y la Policía. Las personas que se encontraban en la aeronave fueron dejadas en libertad en cercanías al municipio huilense. Sin embargo, se llevaron al congresista, quien estuvo privado de su libertad en las selvas por seis años.

Esa misma noche, en una locución presidencial, Andrés Pastrana Arango le puso final a los diálogos que se adelantaban en San Vicente del Caguán. En su intervención, el jefe de Estado le dio un plazo a las Farc para abandonar la zona de distención y a las Fuerzas Militares hacer nuevamente presencia en la región después de cuatro años de negociaciones. 

El secuestro del comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán, general Rubén Darío Alzate Mora marcó un punto de quiebre en las negociaciones que adelanta el Gobierno con la guerrilla de las Farc, el cual el próximo miércoles 19 de noviembre cumple dos años desde que las dos partes decidieron sentarse en la mesa para presentar sus respectivas propuestas y así ponerle punto final al conflicto armado interno.

Los fantasmas de este delito que en épocas anteriores le pusieron un punto final a las negociaciones que adelantaron los gobiernos de César Gaviria Trujillo y Andrés Pastrana Arango con este grupo guerrillero prendieron las alarmas en diferentes sectores políticos, sociales y académicos sobre los hechos registrados en 1992 y 2002.

Durante la administración de Gaviria miembros del Ejército Popular de Liberación (EPL) secuestraron el 26 de enero de 1992 en zona rural del municipio de Ocaña (Norte de Santander) al exministro conservador Argelino Durán Quintero, quien debido a un ataque cardiaco falleció durante su cautiverio debido a las largas caminatas hechas por sus captores.

Al confirmarse la noticia de su muerte el presidente de la República decidió ponerle punto final a los diálogos que se adelantaban desde hace un año con la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, de la cual hacían parte representantes de las Farc, el ELN y el EPL. Gaviria Trujillo le ordenó a la delegación que se encontraban en Tlaxcala (México) que se devolvieran al país.

El secuestro del avión

El 20 de febrero de 2002, cinco guerrilleros de las Farc secuestraron en pleno vuelo un avión de la empresa Aires que cubría la ruta Florencia (Caquetá) – Neiva (Huila). Antes de llegar a su destino los subversivos le ordenaron al piloto desviar la aeronave y aterrizar en una vía clandestina en el municipio de Hobo. En esa oportunidad fue secuestrado el senador Jorge Eduardo Géchem Turbay.

Los guerrilleros además ubicaron explosivos en la zona con el fin de evitar el accionar del Ejército y la Policía. Las personas que se encontraban en la aeronave fueron dejadas en libertad en cercanías al municipio huilense. Sin embargo, se llevaron al congresista, quien estuvo privado de su libertad en las selvas por seis años.

Esa misma noche, en una locución presidencial, Andrés Pastrana Arango le puso final a los diálogos que se adelantaban en San Vicente del Caguán. En su intervención, el jefe de Estado le dio un plazo a las Farc para abandonar la zona de distención y a las Fuerzas Militares hacer nuevamente presencia en la región después de cuatro años de negociaciones.