En 18 años, 7.500 personas han sido víctimas de minas-antipersona

El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, reiteró que el máximo jefe guerrillero, alias ‘Alfonso Cano', ordenó a sus hombres intensificar la siembra de minas antipersonal en diferentes zonas del país, incluyendo las que ya han sido desminadas por la Fuerza Pública.

"Alfonso Cano, con tremendo cinismo ha dado la orden de intensificar el sembrado de minas, para detener el avance de las operaciones militares (...) según sus propias palabras (las de Cano) ya conocemos que es el único factor que los detiene e intimida (a las Fuerzas Militares)", puntualizó el alto funcionario.

El jefe de la cartera de la Defensa, pidió a la comunidad internacional que condene de manera enérgica a los grupos guerrilleros que recurren a esta práctica para intimidar no sólo a la fuerza pública sino también a la población civil.

"Hay que acabar con este flagelo, y la comunidad internacional no puede permanecer indiferente ante la crueldad de los terroristas que persisten en sembrar estos aparatos, como una amenaza latente bajo los pasos de los colombianos", puntualizó.

Santos afirmó que Colombia es uno de los pocos países que, a pesar de la persistencia de las amenazas armadas dedicadas al terrorismo y el narcotráfico, honra los compromisos de la Convención, la cual fue ratificada por nuestro país en septiembre de 2000.

"Mientras los terroristas continúan su macabra labor de sembrar muerte y dolor en las tierras y los caminos de Colombia, en tierras y caminos que deberían estar destinadas al progreso y la comunicación, las Fuerzas Militares de Colombia cumplen estrictamente los términos de la Convención de Ottawa, lo que es más valioso aún si se toma en cuenta que lo hacemos en medio de una confrontación armada activa", dijo.

El Ministro explicó que este cumplimiento incluye la destrucción de todos los equipos para producir minas antipersonal en 1999 y de las 19.000 minas que se encontraban almacenadas en los depósitos de las Fuerzas Militares -proceso que terminó en octubre de 2004-, así como la destrucción hasta el momento de 14 de los 34 campos minados bajo jurisdicción militar destinados anteriormente a proteger bases y centros de comunicaciones, en un minucioso proceso que terminará antes de 2011.

El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, reiteró que el máximo jefe guerrillero, alias ‘Alfonso Cano', ordenó a sus hombres intensificar la siembra de minas antipersonal en diferentes zonas del país, incluyendo las que ya han sido desminadas por la Fuerza Pública.

"Alfonso Cano, con tremendo cinismo ha dado la orden de intensificar el sembrado de minas, para detener el avance de las operaciones militares (...) según sus propias palabras (las de Cano) ya conocemos que es el único factor que los detiene e intimida (a las Fuerzas Militares)", puntualizó el alto funcionario.

El jefe de la cartera de la Defensa, pidió a la comunidad internacional que condene de manera enérgica a los grupos guerrilleros que recurren a esta práctica para intimidar no sólo a la fuerza pública sino también a la población civil.

"Hay que acabar con este flagelo, y la comunidad internacional no puede permanecer indiferente ante la crueldad de los terroristas que persisten en sembrar estos aparatos, como una amenaza latente bajo los pasos de los colombianos", puntualizó.

Santos afirmó que Colombia es uno de los pocos países que, a pesar de la persistencia de las amenazas armadas dedicadas al terrorismo y el narcotráfico, honra los compromisos de la Convención, la cual fue ratificada por nuestro país en septiembre de 2000.

"Mientras los terroristas continúan su macabra labor de sembrar muerte y dolor en las tierras y los caminos de Colombia, en tierras y caminos que deberían estar destinadas al progreso y la comunicación, las Fuerzas Militares de Colombia cumplen estrictamente los términos de la Convención de Ottawa, lo que es más valioso aún si se toma en cuenta que lo hacemos en medio de una confrontación armada activa", dijo.

El Ministro explicó que este cumplimiento incluye la destrucción de todos los equipos para producir minas antipersonal en 1999 y de las 19.000 minas que se encontraban almacenadas en los depósitos de las Fuerzas Militares -proceso que terminó en octubre de 2004-, así como la destrucción hasta el momento de 14 de los 34 campos minados bajo jurisdicción militar destinados anteriormente a proteger bases y centros de comunicaciones, en un minucioso proceso que terminará antes de 2011.