En Meta, hallan cuerpos de indígenas que estaban desaparecidos por el conflicto
La labor la realizó la Unidad de Búsqueda de personas dadas por Desaparecidas con apoyo del pueblo indígena Nasa.
La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) junto con apoyo del pueblo indígena Nasa (Páez) y la Comisión de Búsqueda del partido Comunes, recuperó en zona rural del municipio de Lejanías, Meta, tres cuerpos y estructuras óseas que podrían corresponder a indígenas de la comunidad que fueron reportados como desaparecidos desde el 2013 durante el conflicto armado.
El Plan Regional de Búsqueda del Meta, que hace parte del proyecto de trabajo de la Unidad y se encuentra en construcción, pretende localizar en 26 de los 29 municipios del departamento a 7.710 personas dadas por desaparecidas en el marco del conflicto armado, de las cuales, se presume, el 77 % correspondería a casos de desaparición forzada.
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La directora de la Unidad de Búsqueda, Luz Marina Monzón, destacó que la iniciativa de las familias indígenas Nasa, quienes buscan a ocho jóvenes reclutados ilegalmente entre 2010 y 2011, y la contribución de los firmantes del Acuerdo de Paz hace parte del proceso de verdad y reparación de lo acordado en la Habana. “Las víctimas no cesan de construir paz todos los días con su persistencia, con su dignidad y con su generosidad humana”, resaltó la funcionaria.
La labor adelantada en el municipio de Lejanías, Meta, dejó como resultado la inhumación de los cuerpos. Previo a la labor, la Defensoría del Pueblo y la Unidad de Búsqueda contrastó la información entregada, entre agosto de 2020 y enero 2021, por la Comisión de Búsqueda de Comunes, además de los datos aportados por las familias de las personas desaparecidas y los registros oficiales sobre hostilidades en la zona en 2013.
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En los cerca de 780 metros cuadrados que fueron intervenidos en la acción humanitaria, la UBPD también recuperó elementos y prendas asociadas a las personas que estuvieron en la zona, lo que permitiría reconstruir los hechos que llevaron a la desaparición y la inhumación de los cuerpos.
Carlos Quintero*, miembro de la Comisión de Búsqueda de Comunes, aseguró que esta acción humanitaria es el resultado del trabajo entre las familias, la Comisión y la UBPD. “Lo que mis compañeros excombatientes de la Comisión y yo hacemos es documentar, acompañar a las familias y estar en comunicación con la UBPD. Esa es la labor que asumimos con la reincorporación. Así demostramos que seguimos comprometidos con el Acuerdo de Paz. Para mí es una labor muy satisfactoria”, dijo Quintero.
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Por su parte, las familias y la comunidad indígena Nasa participan en la búsqueda de sus jóvenes desaparecidos. Madres, padres y hermanos, además de entregar información sobre sus seres queridos, removieron rocas, retiraron tierra y ayudaron en las labores de prospección desde sus saberes ancestrales.
Una autoridad del pueblo Páez acompañó el proceso de recuperación, que se extendió por 12 días, y armonizó el terreno para proteger a las familias y al equipo de la UBPD. “Primero buscamos desde lo espiritual. Abrimos el camino en la montaña para los buscadores. Luego con las familias y la UBPD nos pusimos de acuerdo y empezamos a excavar”.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) junto con apoyo del pueblo indígena Nasa (Páez) y la Comisión de Búsqueda del partido Comunes, recuperó en zona rural del municipio de Lejanías, Meta, tres cuerpos y estructuras óseas que podrían corresponder a indígenas de la comunidad que fueron reportados como desaparecidos desde el 2013 durante el conflicto armado.
El Plan Regional de Búsqueda del Meta, que hace parte del proyecto de trabajo de la Unidad y se encuentra en construcción, pretende localizar en 26 de los 29 municipios del departamento a 7.710 personas dadas por desaparecidas en el marco del conflicto armado, de las cuales, se presume, el 77 % correspondería a casos de desaparición forzada.
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La directora de la Unidad de Búsqueda, Luz Marina Monzón, destacó que la iniciativa de las familias indígenas Nasa, quienes buscan a ocho jóvenes reclutados ilegalmente entre 2010 y 2011, y la contribución de los firmantes del Acuerdo de Paz hace parte del proceso de verdad y reparación de lo acordado en la Habana. “Las víctimas no cesan de construir paz todos los días con su persistencia, con su dignidad y con su generosidad humana”, resaltó la funcionaria.
La labor adelantada en el municipio de Lejanías, Meta, dejó como resultado la inhumación de los cuerpos. Previo a la labor, la Defensoría del Pueblo y la Unidad de Búsqueda contrastó la información entregada, entre agosto de 2020 y enero 2021, por la Comisión de Búsqueda de Comunes, además de los datos aportados por las familias de las personas desaparecidas y los registros oficiales sobre hostilidades en la zona en 2013.
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En los cerca de 780 metros cuadrados que fueron intervenidos en la acción humanitaria, la UBPD también recuperó elementos y prendas asociadas a las personas que estuvieron en la zona, lo que permitiría reconstruir los hechos que llevaron a la desaparición y la inhumación de los cuerpos.
Carlos Quintero*, miembro de la Comisión de Búsqueda de Comunes, aseguró que esta acción humanitaria es el resultado del trabajo entre las familias, la Comisión y la UBPD. “Lo que mis compañeros excombatientes de la Comisión y yo hacemos es documentar, acompañar a las familias y estar en comunicación con la UBPD. Esa es la labor que asumimos con la reincorporación. Así demostramos que seguimos comprometidos con el Acuerdo de Paz. Para mí es una labor muy satisfactoria”, dijo Quintero.
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Por su parte, las familias y la comunidad indígena Nasa participan en la búsqueda de sus jóvenes desaparecidos. Madres, padres y hermanos, además de entregar información sobre sus seres queridos, removieron rocas, retiraron tierra y ayudaron en las labores de prospección desde sus saberes ancestrales.
Una autoridad del pueblo Páez acompañó el proceso de recuperación, que se extendió por 12 días, y armonizó el terreno para proteger a las familias y al equipo de la UBPD. “Primero buscamos desde lo espiritual. Abrimos el camino en la montaña para los buscadores. Luego con las familias y la UBPD nos pusimos de acuerdo y empezamos a excavar”.
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