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“Es necesario darle un lugar digno a la justicia”: 39 años de la toma del Palacio

En un acto conmemorativo, los cinco presidentes de las altas cortes dieron sus palabras sobre el evento que marcó la historia de la justicia en el país: la toma y retoma del Palacio de Justicia el 6 y 7 de noviembre de 1985. Las dudas sobre lo que pasó durante esos días todavía permanecen, pero es a la memoria y vida de las víctimas que se continúa recordando este holocausto.

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Valentina Gutiérrez Restrepo
08 de noviembre de 2024 - 10:30 p. m.
Conmemoración por los 39 años del caso Palacio de Justicia.
Conmemoración por los 39 años del caso Palacio de Justicia.
Foto: Mauricio Alvarado Lozada
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Hace 39 años, el país vivió unos de los episodios más violentos y desconcertantes en su historia. Entre el 6 y 7 de noviembre de 1985, al interior y alrededores del Palacio de Justicia de Bogotá, guerrilleros del extinto M-19 entraron a sangre y fuego en el edificio, mantuvieron como rehenes a varios magistrados y funcionarios, quienes resultaron asesinados y calcinados en circunstancias aun sin esclarecer tras la retoma del Ejército Nacional. El Centro Nacional de Memoria Histórica señala que en la toma y retoma del Palacio murieron 94 personas, entre ellos once magistrados, y que desaparecieron, por lo menos, doce personas más. Sin embargo, esas cifras no están completas, y hasta hoy muchas familias buscan el rastro de sus seres queridos desaparecidos en el holocausto.

En la conmemoración de este año, los presidentes de la Corte Suprema de Justicia, Gerson Chaverra Castro; del Consejo de Estado, Milton Chaves García; de la Corte Constitucional, José Fernando Reyes Cuartas; del Consejo Superior de la Judicatura, Diana Alexandra Remolina Botía; y de la Comisión de Disciplina Judicial, Alfonso Cajiao Cabrera, dieron sus respectivas palabras a los funcionarios y familiares de víctimas presentes en el acto simbólico, que tuvo lugar hoy en la Plaza de Bolívar. Los cinco representantes de las altas cortes condenaron este acto que todavía tiene fuertes cicatrices en la historia de Colombia, e insistieron en el reconocimiento y la verdad total de lo que pasó realmente esos días de noviembre.

El primero en dar sus palabras fue el presidente de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial (CNDJ), el magistrado Alfonso Cajiao, quien fue alumno de derecho de los magistrados Alfonso Reyes Echandía y Carlos Medellín Forero, asesinados en el Palacio. Cajiao comenzó su discurso mencionando que lo más paradójico de la toma del M-19, que buscaba hacerle un juicio político al entonces presidente Belisario Betancur, fue la respuesta del Estado. “La cual fue absolutamente indiscriminada. De cara a recuperar democráticamente un palacio que ya estaba tomado”. El magistrado recordó que, de acuerdo con los informes y testigos que estuvieron en la toma y retoma, los enfrentamientos al interior del palacio fueron caóticos, “en donde no había una distinción de quiénes eran quienes. Entre la locura y la demencia de unos por disparar, y en la locura y la demencia de otros por acabar con todo, murieron todas las personas que estaban dentro”, lamentó el presidente de la CNDJ.

A su turno, la magistrada Diana Alexandra Remolina, presidenta del Consejo Superior de la Judicatura, mencionó que este acto simbólico “es un espacio que siempre nos permite, no solo recordar una fecha, sino reafirmar nuestro compromiso con la justicia y con la memoria histórica de nuestra Nación. En este día rendimos homenaje a las víctimas que se apagaron en medio de la tragedia, pero también celebramos el espíritu de aquellos que a pesar del dolor han sabido mantener viva la llama de la esperanza”. La magistrada Remolina destacó que en la necesidad de preservar y fortalecer esta memoria colectiva también se cumple un año de la creación del Centro de Memoria del Holocausto del Palacio de Justicia y del Derecho a la Vida. Este centro ha tenido como misión “construir y preservar la memoria colectiva del Holocausto, así como salvaguardar el valioso patrimonio documental vinculado a esos acontecimientos históricos”.

Por su parte, el presidente de la Corte Constitucional, el magistrado José Fernando Reyes hizo un llamado a la necesaria independencia y libertad de presiones para que los jueces puedan fallar por la justicia. Reyes mencionó que si no se asegura las vidas e integridad de los funcionarios judiciales, “la paz solo podrá ser vista como una aspiración que no llega, que se demora, que no aparece. Una paz que se convierte en espejismo”. A 39 años de la toma del Palacio “sigue teniendo sentido el entendimiento de que la sangre y la violencia son los enemigos de la razón, del diálogo y de la vida misma. Solo en el respeto del pensamiento diverso, en la idea de la irrestricta separación de los poderes y su defensa, y en la construcción legítima de la diferencia, tiene cuna una vida para una sociedad pacífica y ordenada”, declaró el magistrado Reyes.

El magistrado Milton Chaves García, presidente del Consejo de Estado, enfatizó en que las víctimas de la toma “no fueron solo números o nombres en una lista, sino personas cuyos sueños y anhelos se vieron abruptamente interrumpidos. Fueron símbolos del ideal de una justicia imparcial y digna, pero también fueron baluartes de sus hogares: Alfonso, Héctor, Jaime, Cristina, Ana Rosa, Carlos, Horacio, Aura María, Blanca Inés, María Teresa, Jaime Alberto, Luz Estela Lisandro, por mencionar algunos, fueron los que finalmente no regresaron a casa ese 6 y 7 de noviembre”. Asimismo, Chaves remarcó que aun después de los hechos de 1985, en el país continúan asesinando a funcionarios de la rama judicial “por hacer su labor, por castigar delitos. Decisiones que justamente buscan ir en contra de la violencia”.

Finalmente, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, el magistrado Gerson Chaverra, dio cierre a las intervenciones de las altas cortes nombrado el valor de la verdad para recobrar “la dignidad que les asiste a las víctimas del Holocausto”. Así como no se sabe el número real de personas asesinadas, el presidente del tribunal de justicia remarcó que muchas acciones de esos dos días todavía no son claras, lo que retrasa el proceso de perdón y reflexión para las familias víctimas y el país sobre este genocidio. La verdad que hace falta, de acuerdo con Chaverra, debe nacer de un profundo y auténtico deseo de perdón de todos los actores involucrados en la toma y retoma del Palacio, que dejó la advertencia de que “las ambiciones ilimitadas del poder desembocan en la violencia, en la fuerza desmedida, y en la indiferencia total ante el valor de la vida humana”.

¿Qué pasó realmente esos días? ¿Cuántas personas murieron y desaparecieron? ¿Cuáles asesinatos fueron provocados por el M-19 y cuáles por el Estado? Las familias de las víctimas siguen exigiendo esta verdad. La conmemoración de cado año por la toma y retoma del Palacio de Justicia pretenden recordar estas preguntas a las que sus respuestas siguen siendo incompletas, y también, así como remarcaron los magistrados de los altos tribunales de justicia, entender la importancia de la memoria para la reflexión y no repetición de la historia de violencia que ha marcado, y sigue vigente en el país. Debemos recordar sobre todo, y en palabras del magistrado Chaverra, porque “es necesario darle un lugar digno a la justicia”.

Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.

Por Valentina Gutiérrez Restrepo

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CARLOS(84821)11 de noviembre de 2024 - 03:01 p. m.
A lo largo de centenares de sentencias que reconocieron el desamparo militar en la custodia del palacio de justicia vamos a leer "si el Gobierno hubiese tomado las medidas requeridas para la custodia del Palacio, de los magistrados, de los funcionarios y de los civiles, o si el manejo táctico militar hubiera sido más humano, lógico y medianamente razonable, otras hubieran sido las consecuencias". Si no se hubiera entrado a la fuerza habrían salvado todas esas vidas. Colombia seria diferente.
ERWIN(18151)11 de noviembre de 2024 - 12:15 p. m.
Con esos jueces y magistrados ..apague y vamonos ..perdieron la dignidad,hace rato ..y desmejorando ..ellos solitos se encragan de eso ..sin ayuda .
Diego(ae55b)09 de noviembre de 2024 - 01:01 p. m.
Las actuales altas cortes colombianas han puesto a la justicia en un lugar INDIGNO
Jesus(25812)08 de noviembre de 2024 - 10:44 p. m.
Solo queda añorar las Cortes de esa época porque las actuales están podridas de tanta corrupción
jorge(96713)08 de noviembre de 2024 - 10:25 p. m.
Algunos aludieron a la versión de un ex agente de inteligencia, según la cual el propósito del ejército fue aniquilar no solo a los guerrilleros, sino también a los magistrados. Dolorosas las palabras de los hijos de Alfonso Reyes y Carlos Medellín.
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