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Fallo contra médico de Maradona: el capo búlgaro y los otros colombianos condenados

La justicia española señaló que, además de Mauricio Vergara, el antiguo médico de Diego Armando Maradona, también participaron otros colombianos en una red de narcotráfico internacional. De la organización criminal hace parte un capo europeo buscado por la Interpol desde 2022.

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David Escobar Moreno
05 de septiembre de 2023 - 06:00 p. m.
Diego Armando Maradona y el medico colombiano Mauricio Vergara, quien ya había sido condenado 2002 por llevar cocaína a Buenos Aires.
Diego Armando Maradona y el medico colombiano Mauricio Vergara, quien ya había sido condenado 2002 por llevar cocaína a Buenos Aires.
Foto: Archivo Particular
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En el reciente fallo de la justicia española contra Mauricio Vergara, médico colombiano de Diego Armando Maradona, hay nuevos detalles de cómo estaba integrada la red internacional de narcotráfico que comenzaba en Colombia y terminaba en Europa. El documento de 110 páginas emitido recientemente por la Audiencia Nacional menciona a un prófugo y peligroso capo narcotraficante búlgaro y a otros doce colombianos que hicieron parte de la sofisticada red criminal que traficaba desde la costa atlántica colombiana camuflando o impregnando la droga en exportaciones de frutas.

Lea: Condenan al médico de Maradona por narcotráfico: sería socio de ex Real Madrid

El líder narcotraficante es Nikolay Kurkuchev, un hombre de 55 años de edad que es considerado por las autoridades europeas como el principal enlace en Bulgaria de una organización transnacional, que gestiona el embarque de la droga en los puertos de la Costa Atlántica colombiana, para procesarla y distribuirla en varias países del viejo continente. Aproximadamente desde 2019 Kurkuchev cayó en el radar de las autoridades, cuando cayeron varios alijos de cocaína, entre ellos, uno en el que tenía intereses el médico colombiano de Maradona.

En el expediente judicial español se narra que Mauricio Vergara y el capo búlgaro se reunían frecuentemente con otros integrantes de la red narcotraficante. Kurkuchev, dice el fallo conocido por este diario, llegó a Madrid, España, el 5 octubre de 2019 para encontrarse con el líder de la organización: Milton Afranio Santamaría, un ciudadano colombiano, nacido en Albania (Guajira) y condenado por ser la principal cabeza de esta asociación ilícita. Allí, durante días, se reunen con otros miembros de la organización, hasta que el 11 de octubre Santamaría vuelve a Bogotá.

En estas reuniones, que fueron escuchadas por la policía española, se hablan de los contenedores contaminados con cocaína y cómo Santamaría se encargaría de marcar cuáles eran cajas en donde venía la droga. También existen otras conversaciones telefónicas igualmente incriminatorias de Santamaría y Fernando Iglesias Botana, un ciudadano español que funge como la mano derecha de Santamaría en Madrid. Según las autoridades, en los audios hablan de la preparación del envío de un contenedor por vía aérea, un negocio del que también participaría el capo narcotraficante búlgaro.

Kurkuchev reaparece en el radar de las autoridades españolas en 11 de enero de 2020, cuando retorna a Madrid para hospedarse en la casa de Iglesias Botana para coordinar los envíos de cocaína desde Colombia y que terminaban en Bulgaria. En ese momento la Policía española también identifica a otro colombiano que tenía permanente contacto con Afranio Santamaría y el médico Vergara: Hugo León Mejía Londoño, nacido en Envigado pero radicado en España junto a su esposa. La policía logró escuchar las conversaciones de la red criminal que se hacían en un carro de su propiedad.

Otra de las interceptaciones se escucha a Botana y Nikolay Kurkuchev intentando solucionar los problemas que surgen con la importación de los contenedores con droga a Bulgaria, vía Grecia, como son la adquisición de los productos químicos necesarios para la recuperación de la cocaína en el laboratorio que tienen en las montañas de Bulgaria. Santamaría luego, en otra llamada menciona que los químicos “ya han sido enviados a Europa y que se encuentran en España en disposición de viajar a Bulgaria cuando sea necesario”.

En las reuniones y comunicaciones también aparece un empresario de alto perfil: el español Gregorio Sánchez Herraez. Afincado en Colombia, este importador de frutas entró al negocio porque su empresa Frugol fue la fachada para el envío de más de una tonelada de cocaína a Europa que dio lugar al operativo internacional en España, Colombia, Bulgaria y Holanda. De esta última nacionalidad resultaron tres químicos, a quienes se señala de estar involucrados en la extracción de la cocaína camuflada en el cartón prensado de las cajas que transportaban piñas y limas colombianas.

El médico Mauricio Vergara, por su parte, ocupa un escalón intermedio dentro de la organización, “desarrollando labores de logística en las operaciones de narcotráfico que le encomienda el líder de la organización criminal, así como de coordinación de envíos de contenedores con sustancia estupefaciente a los países europeos que el anterior le indica. Es propietario de la clínica de estética Meraki Clinic, sita en la calle Santiago Bernabéu, de Madrid, con poca actividad profesional, que se utiliza además como lugar de encuentro de la organización, para enmascarar y facilitar las reuniones de su actividad y proporcionar un lugar donde mantenerlas”, dice el fallo condenatorio conocido por este diario.

Su primera condena por narcotráfico

No es la primera vez que Vergara es condenado por narcotráfico. En diciembre de 2002, en el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón en Palmira (Valle del Cauca), en un vuelo con destino a Buenos Aires, fue sorprendido con dos kilos de cocaína. “Esa cocaína no es mía, esto es un abuso de confianza, iba a Buenos Aires a una entrevista de trabajo con un doctor en una clínica de obesidad”, fue su comentario cuando se dio el hallazgo.

Sin embargo, Mauricio Vergara fue condenado a cinco años y cuatro meses de prisión, que se recortaron cuando se declaró culpable. “Asumí la responsabilidad de unos actos porque amo a mi familia y creo que esta es la vía más rápida y sincera de estar con la gente que quiero”, comentó en ese momento al diario El País de Cali. Vergara cumplió la pena en detención domiciliaria y después quedó libre. Entonces volvió a su clínica estética, a su familia y se fue para España, donde consolidó una credibilidad que se tradujo en miles de clientes y la extensión de sus negocios hasta Marbella y Santiago de Compostela.

En su perfil profesional se lee que es integrante de la Sociedad Española de Medicina Estética y de la Asociación Colombiana de Cirugía Cosmética, y que acredita experiencia en el Hospital Moncloa, la Clínica La Luz y el Hospital Ceram. Ni más ni menos que la autoridad de la toxina botulínica, que en palabras castizas son los materiales de relleno. En 2013 se casó en la isla balear de Ibiza con Lola Sopeña, reconocida experta en marketing y publicidad, y promotora del negocio de la estética. Pero el asunto no prosperó y el médico siguió adelante hasta que se volvió a meter en problemas.

Su conexión con Maradona

Antes de sus líos judiciales alcanzó a montar con otros socios una clínica en Miami, donde su perfil profesional creció como y luego se hizo famoso cuando atendió al astro del fútbol argentino Diego Armando Maradona. El campeón mundial de 1986 debía jugar el partido de su despedida programado en el estadio de La Bombonera de Buenos Aires en noviembre de 2001, pero tenía que bajar de peso. Maradona se internó en la clínica del médico Vergara en Cali, quien luego fue sometido a un proceso que lo puso listo para su adiós del fútbol, en un juego donde participaron los colombianos Óscar Córdoba, el Pibe Valderrama, René Higuita y Jorge el Patrón Bermúdez.

Nació en 1968 en Barranquilla, pero se trasladó a estudiar a la Universidad de El Bosque en Bogotá, y luego se fue a Cali, donde constituyó en 1990 la firma Sport Med, un centro de acondicionamiento físico que lo volvió celebridad en la ciudad. Además de su negocio exitoso, intensificó sus estudios de medicina deportiva y estética en Francia, Suiza y Argentina. Alcanzó a montar con otros socios una clínica en Miami, su perfil profesional creció como espuma y luego se hizo famoso cuando atendió al astro del fútbol argentino Diego Armando Maradona.

Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.

David Escobar Moreno

Por David Escobar Moreno

Periodista de la Unidad Investigativa en temas relacionados con narcotráfico, crimen organizado, ciberdelincuencia, delitos ambientales, corrupción y derechos humanos. @Josedem18jescobar@elespectador.com
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¿Por qué siempre hay colombianos vinculados en lo peor ?
  • Eduardo(7668)05 de septiembre de 2023 - 10:10 p. m.
    Daniel: el siguiente libro, basado en una investigación de largo aliento en una veintena de archivos colombianos y norteamericanos, trata de ofrecer una respuesta a su interrogante: https://www.planetadelibros.com/libro-conexion-colombia/331013
Alejandro(60845)05 de septiembre de 2023 - 06:49 p. m.
Dicen que estamos inundados de coca, pero no dicen que estamos llenos de narcos. Que hay que eliminar las matas de coca como sea, pero no seria mejor acabar primero con los narcos? Las matas son miles de miles, los narcos son cientos.
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