Ante una jueza de garantías la Fiscalía General le imputó cargos a las directivas del colegio Gimnasio Castillo Campestre por los actos de discriminación cometidos en contra del estudiante Sergio Urrego Reyes. El joven de 16 años se quitó la vida en agosto del pasado año tirándose desde la terraza del centro comercial Titán Plaza en el norte de Bogotá.
Según la investigación de la Fiscalía General, existen elementos materiales probatorios que permiten inferir que existieron presiones y actos de discriminación por parte las directivas tras enterarse de su condición sexual y que sostenía una relación sentimental con un estudiante de curso. Por esto fue suspendido argumentando que estaba violando el código de convivencia de la institución.
Igualmente fue obligado a ir a citas con la psicóloga del colegio, mientras esto no pudo asistir a clases. Igualmente fue presentada en su contra una denuncia por parte de su pareja, quien solicitará ser constituido como víctima dentro del proceso penal puesto que habría sido obligado a instaurar la acción penal contra Urrego Reyes por parte de la rectora.
La Fiscalía General le imputará los cargos de actos de discriminación, falsa denuncia y ocultamiento de pruebas agravado. El ente investigador igualmente le solicitará al juez de garantías que cobije con medida de aseguramiento en contra de la exrectora del centro educativo.
En la investigación se pudo determinar que los indiciados incurrieron en una serie de acciones para evitar que el joven ejerciera de sus derechos a la educación y al libre desarrollo de la personalidad después de conocer que tenía una relación con otro joven del mismo sexo de la misma institución.
Son 900 folios los que ha recopilado la Fiscalía en la primera etapa de la investigación entre los que reposan testimonios de otros alumnos que manifestaron que se presentó un notorio acto de discriminación contra Sergio Urrego. (Ver Fiscalía imputará cargos por muerte de Sergio Urrego)
Entre ellos se encuentran el haberlo obligado a asistir al psiquiatra para “atender su problema” así como prohibirle el ingreso a clases. “Se presentó un tratamiento diferencial frente a los compañeros heterosexuales” puesto que a Sergio Urrego por una demostración de afecto se le abrió un proceso disciplinario interno por actos obscenos.
Mientras que a las parejas conformadas por hombre y mujer, y que según los testigos, realizaban actos demostrativos de afecto de mayor significación nunca se les abrió un proceso interno o se les llamó la atención. “Una serie de actos que habrían llegado a impedirle el pleno ejercicio de sus derechos fundamentales en atención a su orientación sexual”.
En la recolección de elementos materiales probatorios se pudo determinar que pese a que las directivas del colegio negaron la apertura de una investigación interna contra el joven en documentos que reposan en la Alcaldía de Bogotá y la Secretaría de Educación se pudo comprobar su existencia.