Un total de 20 bienes, cuatro sociedades y 16 establecimientos de comercio dedicados a la venta de comida oriental, conocido como Sushi Market, fueron ocupados por la Fiscalía, pues pertenecerían a un narcotraficante invisible conocido como Julio Andrés Murillo, alias H1 o El Zar, quien hacia parte de una organización transnacional dedicada al narcotráfico.
En una tarea conjunta entre la Policía, la Interpol, la Fiscalía y con apoyo de autoridades francesas, se logró el embargo y suspensión del poder dispositivo de los bienes de H1, los cuales estaban avalados en un total de $14.000 millones. Respecto a la cadena de Sushi Market, la cual se presume era utilizada para lavar dineros del narcotráfico, fueron ocupados algunos de sus restaurantes en Medellín, Rionegro, Envigado y Bello (Antioquia), así como en Pereira (Risaralda), Cali (Valle del Cauca) y Bogotá.
También conocido en el mundo de la mafia como “el del sushi”, Murillo, de 49 años, según las investigaciones de la Dijin, sería un narcotraficante invisible que hace parte de una organización transnacional dedicada al envío de cocaína a Europa. Según las autoridades, a dicha organización se le habían incautado 1.623 kilogramos del clorhidrato en 2021, más precisamente en la ciudad de Huelva, en España. De hecho, alias H1 fue capturado en febrero de este año en Rionegro y era buscado por medio de una circular roja de Interpol con fines de extradición a España, por los delitos de narcotráfico y por pertenecer a una organización criminal.
La trayectoria de Murillo en el mundo de la mafia no es nueva. De acuerdo con reportes de la Policía Nacional, “el del sushi” lleva más de 30 años ligado al negocio del narcotráfico, incluso desde que Pablo Escobar era buscado por autoridades colombianas e internacionales en la década de los noventa. De hecho, Murillo sería uno de los principales socios de Jonas Sture Falk, más conocido como el ‘Pablo Escobar sueco’, para el envío de alijos de cocaína al viejo continente.
A Murillo también se le señala de estar conectado con redes de la mafia italiana y marroquí, las cuales dominan el negocio del transporte y venta de cocaína en Europa y que utilizan los puertos de Amberes (Bélgica) y Róterdam (Países Bajos) para movilizar los alijos.
De acuerdo con la Policía Nacional, H1 era buscado por las autoridades españolas, por lo que decidió huir a Venezuela y luego trasladarse a Cúcuta (Norte de Santander). En febrero de este año se movilizó hacia Rionegro para una visita familiar, donde fue capturado, el 26 de febrero.
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