“No puedes tener ese niño. Aborta”. La reacción de Adam Aguillón, ciudadano estadounidense, fue devastadora para Sandra Osorio, la mujer con la que había compartido los últimos tres meses de su estancia en Colombia. La deslumbraron su traje de militar, sus atenciones, su insistencia, incluso el hecho de que fuera extranjero.
Por aquel entonces (1998) Adam estaba prestando servicios en la Fuerza Aérea en Bogotá, en el marco del Plan Colombia, el proyecto que nació con el objetivo de disminuir el tráfico de estupefacientes y el terrorismo en el país con ayuda de Estados Unidos. Dos días después de ser trasladado a otro país, Sandra se enteró de su embarazo.
“Además, soy casado y tengo dos hijos”, remató Adam en su mensaje electrónico, el único contacto que le había dejado a la mujer. Luego cambió de trabajo y de correo. Se esfumó. Entonces Sandra, a sus 22 años, dejó su carrera de psicología y tuvo a Santiago, a quien a los pocos meses de dar sus primeros pasos le diagnosticaron un tumor en la cabeza del fémur. Hoy en día Sandra sigue pagando la cirugía que le realizaron a su hijo, pues costó $30 millones, y aunque restableció la comunicación con Adam, éste argumenta que no puede ayudarla porque está en la ruina. “Sin embargo, por Facebook me enteré de que en los últimos meses se ha comprado cinco carros y una casa gracias a su negocio de venta de bienes raíces”, aseguró Osorio.
Ella no es un caso aislado. Son varias las denuncias, aunque no existen cifras al respecto, contra los militares norteamericanos que vinieron temporalmente al país en función del Plan Colombia y que, al regresar a Estados Unidos, se desvincularon de la responsabilidad económica de ser padres. Algunos casos son irritantes. Se conoce el crudo testimonio de una mujer de Melgar (Tolima) que siendo menor de edad fue violada por varios militares extranjeros. O el de Ángela Poveda, quien recibía maltratos físicos y verbales de su pareja y que no recibió ayuda financiera a pesar de que su pequeño tenía una grave enfermedad. Los rumbos de este último caso se darán a conocer esta noche en Séptimo Día.
Uno de los obstáculos más grandes que deben afrontar estas mujeres es el de la inmunidad diplomática que tienen los militares estadounidenses que llegaron para apoyar el Plan Colombia. Esa protección los exime de ser procesados en Colombia por delitos cometidos en este país, como lo exigió EE.UU. para brindar su ayuda a Colombia en contra del narcotráfico y terrorismo en una época en la que los ataques guerrilleros y paramilitares arreciaron. Por este hecho, las madres que decidieron demandar a estos hombres recibieron la misma respuesta: deben tener un abogado en Estados Unidos para que allí se les realice un juicio. Eso, por supuesto, es costoso.
De hecho, el tema de la inmunidad diplomática sigue en estudio en el marco del proyecto de las bases militares colombianas apoyadas por personal norteamericano. Esta protección, nuevamente, sería el próximo muro que impediría que las mujeres que tengan hijos con estos militares extranjeros puedan buscar que ellos respondan financieramente cuando ya no estén en el país.
Sandra Osorio ha recibido asesoría de parte del Bienestar Familiar, que además le ofrece la facilidad de que un juez colombiano le remita la demanda a un juez estadounidense para que abra un proceso en contra de Adam Aguillón en su país.
Sin embargo, este trámite cuesta por lo menos un millón de pesos, sin contar los honorarios de un abogado en dicho país. Mientras tanto, ella sigue ahorrando y conservando las pruebas que demuestran que Santiago sí es uno de los hijos del Plan Colombia.
Hijos no reconocidos del Plan Colombia
El especial Los hijos del Plan Colombia salió por primera vez en Séptimo Día en septiembre del año pasado, justo cuando había transcurrido una década desde cuando se creó el Plan Colombia.
Este año la mirada está puesta en las bases colombianas que serían usadas por militares de Estados Unidos, ante lo cual Manuel Teodoro se pregunta: ¿A mayor presencia de uniformados estadounidenses, habrá en el futuro más hijos de algunos de ellos con mujeres colombianas que terminarán abandonados cuando sus padres regresen a su país? ¿Qué derechos tienen esos niños? ¿Dónde pueden reclamar esas madres? El panorama no es muy alentador.
Canal Caracol, el domingo a las 7:45 p.m.