
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Los guardianes del Inpec Diego Stiven Castaño Sánchez y Cristian Camilo Alvarado Torres fueron capturados y enviados a prisión por el presunto abuso sexual a una reclusa de la cárcel El Pedregal de Medellín (Antioquia). Los hombres fueron detenidos por uniformados de la Dijín, mientras estaban en las cárceles de Puerto Triunfo (Antioquia) y en La Dorada (Caldas).
De acuerdo con las denuncias, Andrea Esperanza Valdez Contreras, quien era reclusa de la cárcel El Pedregal de Medellín, fue víctima de una doble violación que habría sido cometida por los dos guardianes del Inpec. En uno de esos abusos, quedó embarazada.
En febrero de este año, la víctima habló con El Espectador para contar su historia y ampliar su denuncia. Sobre el caso, se conoció que, además del abuso, en prisión le dieron una sustancia en su comida para hacerla abortar sin que ella lo supiera.
En junio de 2024, por motivos de seguridad, Andrea Esperanza Valdez fue trasladada de su pabellón a unas celdas independientes de reclusión transitoria, pues dos internas la habían agredido con una cuchilla en el rostro y echado pegante en el cabello por haberse negado a pagar una extorsión. Hasta finales de agosto no tuvo líos, pero en esa época vino la primera violación y después las intimidaciones. Según dijo, desde el primer día intentó denunciar lo ocurrido al director de la cárcel, pero los guardianes fueron hostiles con ella.
Según la defensa, la mujer, tras denunciar las violaciones, ha sufrido además de tortura, actos de discriminación, amenazas de muerte y la administración de sustancias abortivas sin su consentimiento. Actualmente, Valdés fue trasladada a la cárcel El Buen Pastor de Bogotá, pero su abogado alertó que todavía persisten riesgos para su integridad física y emocional.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.