A través de un comunicado, la guerrilla del ELN, que se encuentra en plenas negociaciones de paz con le Gobierno, se atribuyó la responsabilidad de varios atentados perpetrados en varias zonas del país. Entre ellos, el grupo armado ilegal señaló que fue el responsable del atentado del pasado miércoles contra una estación de Policía en Bucaramanga que dejó como nueve uniformados heridos.
Este pronunciamiento se da en medio de las conversaciones que iniciaron este lunes para dejar claros los protocolos para el cese al fuego bilateral que entrará en vigencia el 3 de agosto de 2023 y durante seis meses. Otro de los hechos que fue perpetrado por el ELN en los últimos días y que generó fuertes críticas en su contra fue secuestro de la sargento del Ejército Ghislaine Ramírez y sus dos hijos (de seis y ocho años, uno de ellos con diagnóstico de autismo).
El hecho fue atribuido al frente Domingo Laín de esta guerrilla y ocurrió en la vía que conduce de Fortul a Saravena, en el departamento de Arauca, tres días antes de que empezara el calendario para el cese al fuego bilateral entre las partes. El secuestro generó indignación entre la población y puso de nuevo sobre la mesa de discusión que el ELN no tenía voluntad de paz.
Estos ataques y atentados se desarrollaron en medio del cumplimiento de los 59 años de fundación del grupo ilegal. Otro de las acciones violentas desarrolladas por el grupo criminal se registró el pasado 2 de julio contra las instalaciones de la Secretaría de Tránsito de Villa del Rosario, cuando integrantes del ELN activaron un explosivo que causó daños en la estructura y varias personas heridas.
El segundo hecho se presentó el pasado 4 de julio en el corregimiento de San Faustino, en el área rural de Cúcuta. Guerrilleros del ELN atentaron contra la planta procesadora de coque Incolmina, afectando la infraestructura y, sobre todo, dejando a uno de los trabajadores de la empresa muerto.
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